En un macabro hallazgo que empañó la reciente visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Sinaloa, un grupo delictivo abandonó un vehículo con varios cuerpos sin vida en Culiacán. Los cadáveres, encontrados en el sector Jardines del Humaya, presentaban signos evidentes de violencia, y una leyenda en los costados del vehículo decía: “Bienvenidos a Culiacán”.
Mientras el mandatario inauguraba una nueva presa en El Rosario, la situación en la capital sinaloense subrayaba los persistentes desafíos de seguridad que enfrenta la región. Aunque el presidente minimizó la ola de violencia, argumentando que no se debe estigmatizar a los habitantes del estado, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, evitó abordar el tema y reafirmó su apoyo a Sinaloa.
Paralelamente, volantes con narcomensajes fueron lanzados desde una avioneta en diversos puntos de Culiacán, acusando al grupo de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa de estar coludidos con el gobierno estatal. Estas acusaciones han generado una gran atención mediática y preocupación entre la población local.
La situación en Culiacán subraya la complejidad de la violencia que afecta a Sinaloa y la necesidad de respuestas claras y efectivas por parte de las autoridades. ¿Será capaz el gobierno de abordar estos desafíos de seguridad y restaurar la calma en la región? Manténgase informado con las últimas noticias de N24, tu fuente confiable de información.
