Alerta máxima en la frontera entre Israel y Líbano: el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Herzi Halevi, ha declarado que los recientes ataques aéreos sobre objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y Beirut son una preparación para una posible entrada de tropas israelíes en territorio enemigo.
“Se oyen los aviones sobre nuestras cabezas; hemos estado atacando todo el día. Esto es tanto para preparar el terreno para su posible entrada como para seguir degradando a Hezbolá”, afirmó Halevi a las tropas. Según el alto mando militar, el objetivo es “devolver a los residentes del norte [de Israel] de manera segura” tras meses de ataques con cohetes y drones desde Líbano.
Las acciones de Israel se han intensificado en los últimos días, causando más de 500 muertos, incluyendo 50 niños, y más de 1.200 heridos en el sur de Líbano, según el primer ministro libanés, Najib Mikati. Estos ataques se produjeron días después de que la explosión de miles de aparatos de comunicación usados por miembros de Hezbolá dejara decenas de muertos y miles de heridos.
Líbano y Hezbolá culpan a Israel de estas explosiones, algo que los israelíes no han desmentido. Por su parte, la milicia libanesa ha estado enviando cohetes y drones contra Israel, obligando a unos 60.000 israelíes a evacuar sus hogares en el norte del país.
Ante este escenario de creciente tensión, el gobierno israelí se ha fijado como objetivo lograr el retorno seguro de estos desplazados. Sin embargo, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, ha advertido que esto no será posible hasta que termine la guerra en Gaza.
¿Será esta la antesala de una nueva confrontación a gran escala entre Israel y Hezbolá? Sigue atento a las últimas noticias en N24, tu fuente de información de primera línea.