Un desafío militar sin precedentes
Gaza, Líbano, Siria, Yemen e Irán. Israel libra simultáneamente cinco conflictos armados que ponen a prueba los límites de su capacidad militar, económica y social. Desde el ataque de Hamás en octubre de 2023, la región se ha convertido en un polvorín donde las tensiones no dejan de escalar.
El costo de ser una potencia regional
El presupuesto militar israelí alcanzó en 2024 los US$46.500 millones, un aumento del 65% respecto al año anterior. Este esfuerzo bélico consume el 8.8% del PIB del país, solo superado por Ucrania en el escenario global.
Frank Ledwidge, experto en estrategia militar, explica: “Israel tiene fuerzas armadas formidables y ha demostrado su resistencia históricamente. La pregunta clave es cuánto podrá sostener esta presión y cómo responderá Irán”.
Armamento de última generación
Israel despliega tecnología militar de punta:
- Aviones F-35 “furtivos” capaces de evadir radares
- El sistema Domo de Hierro con 90% de efectividad
- Misiles Arrow-3 a US$3 millones por unidad
Sin embargo, el sistema no es infalible. Recientemente, misiles iraníes han burlado las defensas causando más de 20 víctimas mortales.
El factor humano: reservistas al límite
Con 178,000 soldados activos y 460,000 reservistas, Israel mantiene una movilización sin precedentes. Pero el desgaste es evidente:
- 450,000 reservistas llamados a filas en mayo 2025
- Impacto en salud mental y economía familiar
- Tensión por exenciones a ultraortodoxos
Apoyo interno y desafíos externos
El 83% de los israelíes judíos apoya los bombardeos contra Irán, percibido como amenaza existencial. Avraham Diskin, politólogo de la Universidad Hebrea, señala: “El apoyo es masivo, pero nadie sabe qué pasaría si aumentaran las bajas o se prolongara el conflicto”.
Mientras tanto, la guerra le cuesta a Israel aproximadamente US$750 millones diarios, con un acumulado en Gaza que supera los US$67,500 millones.
¿Hasta cuándo podrá resistir Israel?
Los expertos coinciden en que el país puede sostener el esfuerzo bélico a mediano plazo, pero advierten sobre dos factores críticos:
- Dependencia de suministros militares estadounidenses
- Desgaste físico y psicológico de las tropas
Como señala Ledwidge: “Cuando enfrentas lo que percibes como amenaza existencial, el costo económico pasa a segundo plano”. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿a qué precio mantendrá Israel su posición dominante en la región?
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