En un devastador golpe a la cúpula de Hezbolá, el Ejército israelí confirmó la muerte del temido jefe de Operaciones militares, Ibrahim Aqil, junto a otros altos mandos de la fuerza de élite Radwan, en un bombardeo en el sur de Beirut.
Según el comunicado militar, Aqil y sus lugartenientes estaban planeando la “Conquista de Galilea”, una peligrosa operación con la que pretendían infiltrarse en comunidades israelíes y atentar contra civiles inocentes. “Llegamos a ellos y llegaremos a cualquiera que amenace la seguridad de nuestros ciudadanos”, advirtió el jefe del Estado Mayor.
Aqil, un veterano buscado por Estados Unidos con una recompensa de 7 millones de dólares, se unió a Hezbolá en los años 80 y desde 2004 lideraba las operaciones militares de la organización, siendo responsable de ataques con misiles y bombardeos.
La precisión del ataque y la eliminación de esta cúpula de mando supone un duro revés para los planes de Hezbolá en la frontera norte. ¿Será este el comienzo del fin para la amenaza que representa este grupo terrorista?
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