Operación relámpago en Beirut
En un movimiento que tensa aún más la delicada situación en Medio Oriente, Israel confirmó este martes la eliminación de un alto dirigente de Hezbolá en Dahieh, suburbio al sur de Beirut. Aunque no revelaron su identidad, las autoridades israelíes lo acusan de colaborar con Hamás en la planificación de un “ataque terrorista inminente” contra civiles.
La justificación del ataque
El comunicado conjunto del Ejército israelí y el Shin Bet fue contundente: “Actuamos para eliminar una amenaza significativa”. Según su versión, el objetivo era un operativo clave que dirigía células de Hamás y preparaba acciones contra población israelí.
El telón de fondo geopolítico
Este ataque llega justo después de que el primer ministro Benjamin Netanyahu advirtiera que Israel respondería “en cualquier parte de Líbano” ante amenazas. La advertencia se produjo tras un intercambio de cohetes y bombardeos que rompieron una tregua de cuatro meses, considerada hasta ahora como la más estable en años.
Naim Qassem, líder de Hezbolá, ya había condenado el domingo los bombardeos israelíes, mientras que el grupo chiita niega haber iniciado este nuevo ciclo de violencia.
El incumplimiento que enciende las tensiones
Según los acuerdos de cese al fuego, Israel debía retirar completamente sus tropas de Líbano antes del 18 de febrero. Sin embargo, mantiene presencia en cinco puntos que considera estratégicos, un detalle que Hezbolá no ha pasado por alto.
Este nuevo capítulo en el conflicto israelí-libanés plantea serias dudas sobre la posibilidad de reanudar el diálogo o si, por el contrario, estamos ante el preludio de una nueva escalada militar.
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