El viaje que encendió la polémica
Un lujoso viaje a Japón ha desatado un inesperado enfrentamiento entre dos figuras clave de la política mexicana. Andrés Manuel López Beltrán, recién nombrado secretario de Organización de Morena, enfrenta críticas por sus vacaciones en Tokio, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum defiende con firmeza sus principios de austeridad.
La defensa tardía
Tras dos semanas de silencio, López Beltrán publicó una carta donde justifica su viaje: “Con mis propios recursos decidí salir a Japón luego de extenuantes jornadas”. El funcionario niega los señalamientos de ostentación, afirmando que pagó 7,700 pesos diarios por hospedaje, no los 50,000 que le atribuía la oposición.
Sin embargo, el Hotel Okura donde se alojó figura entre los más exclusivos de Tokio, con habitaciones desde 17,000 pesos la noche según su sitio web.
Sheinbaum: firme en sus convicciones
La mandataria, visiblemente incómoda con el tema, ha sido clara: “El poder debe ejercerse con humildad. Nos debemos al pueblo”. Aunque evitó referirse directamente a la carta, enfatizó que todos los funcionarios deben rendir cuentas, especialmente cuando se usan recursos públicos.
La batalla de narrativas
López Beltrán acusa a sus críticos de orquestar un “linchamiento político con odio y clasismo”, mientras rescata el discurso moral de Morena: “No somos corruptos”. Curiosamente, cita las mismas máximas sobre humildad que Sheinbaum usó para criticar su viaje.
La tensión entre ambos revela más que un simple desacuerdo sobre vacaciones: es un choque de estilos y principios en el corazón del partido gobernante. Mientras Sheinbaum evita nombres propios pero defiende su postura, López Beltrán responde con lo que muchos interpretan como reproches velados.
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