Cómo prepararse para un huracán: qué hacer, plan de evacuación y más
Estas son algunas recomendaciones de las autoridades que podrían salvarte la vida:
1. Abastecimiento: lo primero para prepararse para un huracán
Lo primero que debes hacer es abastecerte de alimentos no perecederos para un periodo de tres días y un galón de agua por cada día para cada integrante de la familia.
Artículos de seguridad:
Botiquín o kit de primeros auxilios e instrucciones
Extintor de incendios
Radio de pilas
Linternas
Pilas de repuesto
Sacos de dormir o mantas adicionales
Suministros para que el agua potable se pueda beber (como pastillas de yodo o cloro)
Productos para la higiene personal
Desinfectante de manos
Toallitas húmedas para limpieza (como toallitas húmedas para bebé) en caso de que no tenga agua limpia
Jabón
Pasta de dientes
Tampones y toallas higiénicas
Pañales
2. Información importante
Durante los huracanes es posible que la luz se vaya y los teléfonos celulares se descarguen completamente. Por lo anterior, es necesario que hagas una lista con los contactos más importantes y de emergencia.
También hay que asegurarse de tener un radio que funcione con baterías y suficientes pilas extras, así como linternas.
Escribe también una lista de instrucciones sobre información relacionada con tu salud en la que estén los medicamentos y sus dosis, la lista de los doctores y un listado de números y dispositivos médicos en caso de que los uses.
3. Ten un plan de evacuación
Para prepararse para un huracán es importante asegúrate de que tienes un plan de evacuación claro y familiarízate con él por si es necesario dejar tu hogar por cuenta de la emergencia.
4. Prepara tu casa para el huracán
Antes de que el huracán toque tierra y arrase todo lo que esté a su paso, es necesario que prepares tu casa asegurando puertas y ventanas, y si tienes protectores contra huracanes, asegúrate de saber dónde están.
Asegura objetos que puedan servir como posibles ‘misiles’ durante el huracán para evitar resultar herido.
5. Si hay que evacuar
Nunca debes ignorar una orden de evacuación, por más que pienses que tu casa puede resistirlo o quieras cuidar tu propiedad, no vale la pena arriesgarla vida por hacerlo.
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