El reloj no perdona: 90 días de tregua llegan a su fin
Este miércoles vence el plazo que Donald Trump dio a sus socios comerciales para renegociar acuerdos bajo su polémica política proteccionista. Con solo dos pactos cerrados (Reino Unido y Vietnam) y una tregua con China, la incertidumbre domina el escenario global.
Nueva fecha clave: 1 de agosto
En un giro característico, la administración Trump ahora apunta a esta fecha como nuevo hito. Scott Bessent, secretario del Tesoro, advirtió que los países sin acuerdos para entonces enfrentarán automáticamente los aranceles anunciados el 2 de abril.
“No es un nuevo deadline, pero si quieren evitar los aranceles, mejor apuren las negociaciones”, declaró Bessent a CNN, prometiendo “noticias importantes en las próximas 72 horas”.
La UE en la mira: 2,400 millones diarios en juego
La relación comercial más intensa del mundo (870,000 millones de euros anuales) está bajo presión. Trump amenaza con aranceles de hasta:
- 17% para productos agrícolas
- 25% para automóviles y componentes
- 50% para acero y aluminio
- 10% general para múltiples productos
Bruselas entre la decepción y la urgencia
Fuentes europeas revelan frustración por el lento avance de las negociaciones. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, admitió que solo se alcanzaría un “principio de acuerdo” inicial.
Alemania, Bélgica y Hungría -donde la industria automotriz es clave- podrían aceptar condiciones menos favorables para evitar mayores daños. España, Francia e Italia enfrentan especial presión por el impacto potencial en sus exportaciones agrícolas.
Japón y Corea del Sur en la cuerda floja
Trump no ha ocultado su molestia con Tokio, amenazando con aranceles de “30-35%” y presionando por mayores importaciones de arroz estadounidense. Mientras, Corea del Sur mantiene conversaciones urgentes para proteger su comercio bilateral.
El caso de Vietnam (aranceles del 20% frente a la amenaza inicial del 46%) muestra que la negociación es posible, pero a un costo elevado para los socios comerciales de EE.UU.
Con el reloj avanzando, el mundo espera ver si Trump cumplirá sus amenazas o si el pragmatismo terminará imponiéndose. Una cosa es clara: las reglas del comercio global nunca volverán a ser las mismas.
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