En un inquietante giro de los acontecimientos, un contraalmirante de la Secretaría de Marina (Semar) ha sido asesinado a tiros en las calles del Puerto de Manzanillo, Colima. Este trágico incidente se produce apenas nueve días después de que otro marino fuera asesinado y otro gravemente herido en la misma ciudad, que se ha convertido en un punto de entrada y salida clave para las drogas de los dos cárteles más poderosos de México: el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Según la Semar, el marino fue atacado mientras conducía su vehículo particular. Lamentablemente, falleció en el lugar debido a las heridas de bala. La dependencia federal de seguridad ha expresado su más sentido pésame a la familia, amigos y compañeros del oficial caído, y ha prometido brindar todo el apoyo necesario a sus seres queridos, además de colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos.
Estos ataques violentos contra las fuerzas de seguridad no son aislados. En los últimos meses, la región ha sido testigo de una preocupante escalada de violencia que ha afectado tanto a los militares como a los civiles. En junio, otro elemento de la Semar fue asesinado en su domicilio, y en abril, un marino y una estilista fueron atacados a balazos en una estética. Incluso una agente de la Fiscalía General de la República (FGR) ha sido víctima de la violencia.
Según la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas (NDTA) de 2024 de la Administración de Control de Drogas (DEA), Manzanillo es un punto clave de operación para el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa, lo que explica en parte la creciente violencia en la región.
Estos hechos lamentables ponen de manifiesto la necesidad urgente de fortalecer la seguridad y la protección de las fuerzas del orden en las zonas estratégicas del país, donde los cárteles de la droga han logrado establecer un control cada vez más firme. Mantente informado sobre esta y otras noticias relevantes en N24, tu fuente confiable de información.