Un respiro en la tensión económica global
En un giro inesperado, Estados Unidos y China dieron este lunes el primer paso para desescalar la guerra comercial que mantiene en vilo a los mercados internacionales. Ambas potencias acordaron reducir temporalmente los aranceles punitivos que se venían imponiendo mutuamente.
Trump cede terreno… con condiciones
La medida marca un cambio de postura del gobierno estadounidense, que hasta ahora había mantenido una línea dura. Pese a sus declaraciones previas de no ceder sin concesiones chinas, el presidente Donald Trump optó por frenar temporalmente los aranceles más elevados.
“No queremos perjudicar a China”, declaró Trump desde la Casa Blanca, en un tono notablemente más conciliador que en ocasiones anteriores.
Negociaciones formales en el horizonte
El acuerdo incluye el compromiso de mantener conversaciones más estructuradas con Pekín, luego de que las tensiones comerciales comenzaran a mostrar su impacto en empresas y consumidores de ambos países.
Trump aclaró que muchos aranceles seguirán vigentes y que las pláticas se enfocarán en facilitar el acceso de empresas estadounidenses al mercado chino. El mandatario adelantó que espera hablar con Xi Jinping esta semana, aunque advirtió que un acuerdo final podría tardar.
Este movimiento estratégico revela cómo la presión económica puede obligar incluso a los rivales más acérrimos a buscar puntos de encuentro. Mantente informado con N24, donde transformamos las noticias en historias que importan.













