Una escalada sin precedentes
La administración estadounidense estaría considerando una medida radical para combatir el narcotráfico: el uso de drones militares para atacar objetivos de cárteles mexicanos en territorio nacional. Según fuentes cercanas al gobierno, esta estrategia marcaría un punto de inflexión en la lucha contra las organizaciones criminales.
Operación sombra en territorio mexicano
Las discusiones, aún en etapas preliminares, contemplan dos escenarios:
- Ataques coordinados con el gobierno mexicano contra líderes y redes logísticas de los cárteles
- Operaciones encubiertas unilaterales como último recurso
Vigilancia aérea: el preludio de la acción
Desde principios de año, aviones estadounidenses han intensificado sus vuelos de reconocimiento sobre México. Esta operación de inteligencia, autorizada por las autoridades mexicanas, busca mapear las estructuras de los cárteles que Washington considera “amenaza a la seguridad nacional”.
La bomba diplomática
Altos funcionarios no descartan acciones militares unilaterales, una medida que:
- Violaría el derecho internacional según expertos
- Podría fracturar las relaciones bilaterales
- Pondría en riesgo la cooperación migratoria
La postura de la Casa Blanca es clara: Estados Unidos se reserva el derecho a defenderse ante lo que percibe como incapacidad de México para controlar su seguridad interna.
¿Jaque mate o tablero equivocado?
Mientras algunos funcionarios ven esta opción como un último recurso, otros advierten sobre sus consecuencias impredecibles. La estrategia, aunque audaz, podría convertirse en un tiro por la culata geopolítico.
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