Lluvia de estrellas “Lágrimas de San Lorenzo”; aquí todo sobre ellas

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¿Cuándo?

Las Perseidas son las que algunos consideran el espectáculo de luces cósmicas más espectacular, y de acuerdo a los especialistas se pueden ver desde el anterior 17 de julio y terminarán el 23 de julio, pero el pico de la lluvia de meteoritos llegará entre el 11 y el 13 de agosto.

En ese período, discurrirán por el cielo un mayor ritmo de meteoros, hasta 200 cuerpos celestes por hora, entre las 9:00 p.m. y las 12:00 a.m.

Fuera del período máximo de las Perseidas, deberíamos poder detectar algunos meteoritos entre la medianoche y el amanecer, durante cualquier mañana de la semana posterior a esta fecha.

¿Cómo?

Según la NASA, para vislumbrar el fenómeno, debemos mirar hacia arriba y al norte, aquellos en latitudes del sur podrán mirar hacia el noreste para ver más meteoritos.

La mejor forma de apreciar el espectáculo nocturno es visitando lugares sin contaminación lumínica o sin luces brillantes con las cuales los destellos puedan perderse de vista.

Los ojos deben estar al menos 30 minutos alejados de luces brillantes, incluidas las luces del celular, para que sean capaces de distinguir de forma normal la lluvia.

¿Por qué las llaman “Lágrimas de San Lorenzo” o Perseidas?

Las son conocidas con el nombre de “Lágrimas de San Lorenzo”, porque el 10 de agosto se celebra su santoral. También son reconocidas como Perseidas porque se pensaba que provenían de la constelación de Perseo, de acuerdo a su aparente trayectoria; después de descubrió que no es así.

¿Qué son?

En realidad estás viendo cómo los restos de los cometas se calientan a medida que entran en la atmósfera terrestre y se queman en un estallido de luz brillante.

Cuando están en el espacio, viajando a 59 kilómetros por segundo, aproximadamente, estos fragmentos de escombros se denominan “meteoroides”, pero cuando llegan a la atmósfera de la Tierra sin quemarse, se les llama “meteoritos”.

Y se le denomina “lluvia”, debido a que la mayoría de los cuerpos de las Perseidas son demasiado pequeños para ser meteoritos, ya que son del tamaño de un grano de arena.