Imagen de archivo. Técnicas trabajan en un laboratorio público para el coronavirus del HMO Maccabi, Rehovot
JERUSALÉN, 25 abr (Reuters) – El Ministerio de Salud de Israel informó el domingo que está analizando una pequeña cantidad de casos de inflamación cardíaca en personas que habían recibido la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer, aunque aún no ha sacado ninguna conclusión.
Pfizer sostuvo que no ha observado una tasa más alta de la condición de lo que normalmente se esperaría en la población general.
El coordinador de respuesta a la pandemia de Israel, Nachman Ash, dijo que un estudio preliminar mostró “decenas de incidentes” de miocarditis entre más de 5 millones de personas vacunadas, principalmente después de la segunda dosis.
El funcionario indicó que no estaba claro si la cifra es inusualmente alta o si estaba relacionada con la vacuna.
La mayoría de los casos se notificaron en personas de hasta 30 años.
“El Ministerio de Salud está analizando actualmente si existe un exceso de morbilidad (tasa de enfermedad) y si puede atribuirse a las vacunas”, dijo.
Ash, quien habló sobre el tema en una entrevista radial y durante una conferencia de prensa, lo calificó como una “interrogante” e insistió en que el Ministerio de Salud aún no ha llegado a ninguna conclusión.
Determinar un vínculo, dijo, sería difícil porque la miocarditis, una afección que a menudo desaparece sin complicaciones, puede ser causada por una variedad de virus y se informó una cantidad similar de casos en años anteriores.
Pfizer, consultado por Reuters sobre la revisión, respondió que está en contacto regular con el Ministerio de Salud de Israel para estudiar los datos sobre su vacuna.
La compañía dijo que “está al tanto de las observaciones israelíes de miocarditis que ocurrieron predominantemente en una población de hombres jóvenes que recibieron la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19”.
“Los eventos adversos se revisan de manera regular y exhaustiva y no hemos observado una tasa más alta de miocarditis de lo que se esperaría en la población general. No se ha establecido un vínculo causal con la vacuna”, afirmó la compañía.
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“No hay evidencia en este momento para concluir que la miocarditis sea un riesgo asociado con el uso de la vacuna Pfizer/BNT COVID-19”.
Israel se ha destacado a nivel mundial en la campaña de inoculación, con cerca del 60% de sus 9,3 millones de habitantes ya con la vacuna Pfizer. Su base de datos a nivel nacional ya ha demostrado que la vacuna es altamente efectiva para prevenir los síntomas y enfermedades graves asociadas con COVID-19.
Desde enero, poco después de que comenzara la campaña de vacunación, las infecciones diarias cayeron de un máximo de más de 10.000 a solo 129 antes del fin de semana.
Nadav Davidovitch, director de la escuela de salud pública de la Universidad Ben Gurion de Israel, dijo que aun si se estableciera una correlación entre los casos de miocarditis y la vacuna, no parecía ser lo suficientemente grave como para dejar de administrar la vacuna.
“Es una situación que debe analizarse y debemos esperar un informe final, pero en un análisis intermedio parece que el riesgo de enfermarse por COVID-19 es mucho mayor que por los eventos adversos de la vacuna, y el riesgo de la peri/miocarditis después de la vacuna es baja y temporal”, aseguró.
(Reporte de Ari Rabinovitch y Steven Scheer. Editado en español por Janisse Huambachano)