Personal de Salud que esta mañana recibirá la vacuna contra la COVID-19 en la Ciudad de México, manifestó su emoción porque las dosis hayan llegado al país y se apliquen al personal que está en la primera línea de batalla.
En su mayoría, dijeron estar emocionados y que la vacuna les dará tranquilidad para realizar sus labores, ya que aún la pandemia no termina.
Lee: ‘Tenemos que seguir luchando’, dice enfermera María Irene, la primera en vacunarse contra COVID
Víctor Esquivel Mancera, médico Insabi, quien toma pruebas en centros de salud en Álvaro Obregón, dijo que recibir la vacuna contra la COVID-19 significa una mezcla de emociones ya que ha sido una época muy difícil para todo el personal de salud ver morir a tantas personas: familiares, amigos, pacientes, desconocidos.
“Nunca hemos dejado de dar lo mejor, estamos emocionado de que podamos tener un poco más de tranquilidad. No vamos a descansar hasta que todo esto termine. No duden de nosotros”.
Ana Luisa Santillán, de 22 años, labora en la agencia de protección sanitaria de la CDMX, y certifica muertes por COVID en domicilio, cuanta que su equipo se conforma de 22 integrantes y este 24 de diciembre ella será la primera en ser vacunada.
“Me siento muy emocionada y afortunada. Con esta vacuna seguirá el mismo panorama hasta que se tenga al menos a la mitad de la población vacunada. Aún con vacuna hay que seguirnos cuidando”.
Para la epidemióloga Ana María Martínez la vacuna representa una oportunidad para conservar su salud. Esta vacuna va a ser muy importante en estos momentos, va a evitar muchos muertos (…) esperemos controlar ya esta situación.
Jesús Alberto López Guzmán, adscrito al servicio de medicina interna del Insabi en Azcapotzalco, quien también espera la vacuna esta mañana dice que la vacuna para él significa trabajar más tranquilos, sin menos estrés.
“Para mí es una tranquilidad, es un gusto, es una alegría, una bendición. Es un particular regalo, uno muy especial, sabernos parcialmente inmunes porque sabemos que se requiere un refuerzo y sabemos que la inmunidad no es eterna (…) trabajar más tranquilos, sin menos estrés, eso significa para mí la vacuna”, dijo.
“Para mí es un descanso mental, psicológico y pues confío en el avance de la ciencia y yo espero que con ello también podamos hacer nuestra labor de forma más tranquila. Han sido casi 10 meses de tensión psicológica, emocional, física para todos nosotros”, comenta Lucia Ledezma, quien trabaja en el Hospital 20 de Noviembre en áreas de hospitalización COVID.
Arlene Robles, de 38 años, médico de módulo y que se dedica a tomar muestras, fue una de las primeras en vacunarse, dijo que es muy gratificante que llegue la vacuna y pidió a la población no temerle ni generar psicosis.
Luz Vicencio, es química, trabaja en el hospital de Pemex, esta mañana la vacunaron, dice que no le dolió y que para ella significa un regalo de Navidad, “una esperanza” de que las cosas mejoren.
“No tengo miedo, más bien la vacunación es una esperanza”, cuenta. Carlo Echegoyen