Dengue y fiebre amarilla en Yucatán: llamado a estar alerta

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El doctor Julián García Rejón muestra mosquitos sometidos a estudio en el Centro de Investigaciones “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady.

Imagen de archivo del Laboratorio de Arbovirología del Centro de Investigaciones “Hideyo Noguchi”, donde se hacen trabajos sobre vectores.

El doctor Julián García Rejón muestra mosquitos sometidos a estudio en el Centro de Investigaciones “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady.

Si bien ahora el dengue es el principal motivo de preocupación en Yucatán, no se deben perder de vista otras enfermedades que también son transmitidas por mosquitos y por eso es importante tomar precauciones, alerta Julián Everardo García Rejón, responsable del Laboratorio de Arbovirología del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” de la Uady.

Cita como ejemplo la fiebre amarilla, un mal que no se debe descartar por completo porque históricamente ha estado presente en esta región. Aunque hace muchos años que se le erradicó de Yucatán, se sabe de brotes frecuentes en África y en algunos países de Sudamérica.

Con la movilidad de ahora y la conectividad entre los países, basta que una persona contagiada ingrese a México para que se origine un serio problema, apunta.

Sin embargo, hace notar que, por fortuna, hay una vacuna muy eficaz y segura contra la fiebre amarilla. Era obligatoria en naciones que son golpeadas por ese virus, pero ya no es así y hay gente “antivacuna” que la rechaza y eso favorece la aparición de más contagios.

Uno de los vectores de la fiebre amarilla es el mosquito “Aedes aegypti”, que, como se sabe, también transmite el dengue y otros virus como zika y chikungunya.

Dengue e inmunidad: por qué hay varios casos graves en Yucatán

Anteayer publicamos la primera parte de amplia entrevista con el doctor García Rejón, con motivo del repunte de dengue en Yucatán durante este año.

Entre otras cosas, el especialista dice en esa entrega que la mayor parte de los casos de dengue detectados en esta temporada corresponde al serotipo 3, que se reintrodujo a la entidad después de varios años y por eso los principales afectados son jóvenes y niños, quienes no tienen inmunidad ante esa variante.

La fiebre amarilla en Yucatán: cuáles son los signos

A una pregunta, el profesor investigador del “Hideyo Noguchi” se refiere a la fiebre amarilla en los siguientes términos:

—Ante todo, hay que comentar que para esta enfermedad existe una vacuna muy eficaz y segura. Anteriormente, la vacunación era obligatoria en los países donde se reportan casos en animales o personas. Sin embargo, mucha población ha decidido no vacunarse y esto ha hecho que aumenten los casos.

—El virus de la fiebre amarilla requiere un vector (mosquitos) para infectar a su hospedero (humanos y primates). Una vez en el hospedero, la infección no es contagiosa, es decir, no hay trasmisión de humano a humano. Sin embargo, hay reportes de trasmisión por lactancia materna y transfusión sanguínea.

—El virus tiene un ciclo primario que infecta a los primates en regiones tropicales del continente africano y Sudamérica, mientras que la trasmisión a los humanos ocurre mediante tres tipos de ciclos:

1) Ciclo selvático.— El humano es accidentalmente infectado por mosquitos selváticos responsables de perpetuar el ciclo en primates. Sucede de manera esporádica, principalmente en hombres que por razones laborales trabajan en las selvas tropicales de África y Sudamérica.

En África, el vector más común en este ciclo es Stegomya africanus, mientras que en Sudamérica es por mosquitos del género Haemagogus y Sabethes. De forma interesante, los primates en América son susceptibles a la enfermedad. La presencia de monos araña o aulladores enfermos o muertos refleja la existencia de fiebre amarilla y debe ser un punto de vigilancia epidemiológica porque precede a los casos humanos.

2) Ciclo intermedio. — Éste ocurre cuando los mosquitos infectan indistintamente a humanos y primates, formando así brotes en zonas rurales inmersas en la selva africana. El vector más importante en este ciclo es Stegomya simpsonii.

— Éste ocurre cuando los mosquitos infectan indistintamente a humanos y primates, formando así brotes en zonas rurales inmersas en la selva africana. El vector más importante en este ciclo es Stegomya simpsonii. 3) Ciclo urbano.— Este ciclo ocurre cuando la trasmisión corre a cargo de mosquitos (Aedes aegypti) y el hospedero primario es el humano. Sucede en forma de epidemias expansivas por el movimiento de los humanos o por la transportación de mosquitos infectados. El período de incubación en Aedes aegypti es de 9 a 12 días. Posteriormente, el mosquito permanece infectado de por vida y es capaz de trasmitir la enfermedad.

Imagen de archivo del Laboratorio de Arbovirología del Centro de Investigaciones “Hideyo Noguchi”, donde se hacen trabajos sobre vectores

—Cada año la fiebre amarilla afecta alrededor de 200,000 personas, con mortalidad de 20 a 60%. La tasa de mortalidad es mayor en América. En África, la fiebre amarilla es endémica en 32 naciones. Cada año se registran nuevas epidemias en ciudades africanas que han evidenciado un nuevo surgimiento de la enfermedad.

—Entre las causas de este resurgimiento destaca que la población no es inmune a la fiebre amarilla debido a la baja cobertura de la vacunación, la migración urbana, el cambio climático y la deforestación causada por el ser humano, que invade terrenos propios de la transmisión selvática.

—En América, la fiebre amarilla es endémica de ciertas regiones selváticas de Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Colombia, Venezuela y Perú.

—Cada año se reportan aproximadamente 150 casos, principalmente de Colombia y Perú. Sin embargo, en diciembre de 2016 se comenzaron a detectar casos de fiebre amarilla en Brasil. Hasta el 6 de abril de 2017 Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Surinam registraron casos.

—En Brasil se han confirmado 604 contagios con 302 muertes, con tasa de mortalidad de 33%. Provienen de 103 municipios en cinco estados: Espíritu Santo, Minas Gerais, Pará, Río de Janeiro y Sao Paulo. Hasta el momento no se ha implicado al mosquito Aedes aegypti en la transmisión, condición que desataría el incremento exponencial de los casos.

—Conclusión: para que se pueda presentar una enfermedad transmitida por vector deben existir al mismo tiempo tres elementos fundamentales: el agente infeccioso (por ejemplo, un virus), el vector (por ejemplo, un mosquito) y personas susceptibles de enfermarse.

Yucatán: dos de tres elementos necesarios para su proliferación

—En el caso de fiebre amarilla, en Yucatán contamos con dos de los tres elementos necesarios. Solamente el virus no se encuentra por ahora. No obstante, con los antecedentes históricos —es algo que afecta desde la época de los mayas— no podemos descartar una reintroducción de este virus al Estado, lo cual podría tener resultados terribles en la población.

En cuanto a las medidas de prevención contra los mosquitos, el responsable del Laboratorio de Arbovirología del “Hideyo Noguchi” subraya que en la parte que corresponde a los ciudadanos lo indicado es eliminar el vector en los domicilios, porque no es externo: siempre está adentro de las casas.

“Lo importante es combatir los criaderos”, señala.

Lo que se debe hacer contra el dengue y fiebre amarilla

En general formula las siguientes recomendaciones:

En los patios.

Eliminar todos los recipientes que no se utilizan y acumulan agua (cubetas y recipientes viejos, llantas, tinas de lavadora, botellas, latas, inodoros rotos, etc). Voltear o poner bajo techo todos los recipientes que tienen uso en el hogar y puedan acumular agua (cubetas, trastos y botellas). Colocar una tapa en los recipientes que almacenen agua permanentemente (tambos y cubetas). Lavar dos veces por semana los bebederos de los animales, los floreros y los recipientes que tengan plantas acuáticas. Poner la basura en bolsas bien cerradas para que lleve el sistema de recolección. No tirar desperdicios en la calle o lotes baldíos.

En el rubro de cuidado personal aconseja:

Colocar miriñaque en puertas y ventanas, para impedir que el mosco entre a las casas.

Aplicar repelente en las partes expuestas del cuerpo, siempre siguiendo las instrucciones del producto.

Utilizar pantalones largos, camisas de manga larga y zapatos cerrados si se está en zonas donde puede haber mosquitos y no se dispone de repelentes.

Utilizar pabellones para dormir.

En el hogar hay que aplicar estas medidas:

Permitir el ingreso del personal de salud cuando vaya a realizar el control de criaderos y la fumigación.

Conservar el larvicida en los lugares donde fue colocado por ese personal.

Los “espirales”

El investigador también aconseja tomar precauciones a quienes utilizan los insecticidas en espiral, conocidos coloquialmente como “killer”.

Se trata, recuerda, de carbono impregnado con insecticida y hay que leer bien las instrucciones. Se les debe encender en lugares donde circule el aire, para evitar intoxicación, y hay que considerar que los mosquitos vuelan contra el viento.

“El problema es que mucha gente lo prende, lo pone bajo su hamaca, cierra el cuarto y se acuesta a dormir”, añade. “Respirar ese insecticida puede ser dañino para la salud”.