Los expertos sugieren que podríamos hacernos una idea del potencial desarrollo del COVID-19 a partir de las pandemias de influenza del pasado, que representan “el mejor modelo comparativo”, al guardar “varias similitudes importantes” con el nuevo coronavirus. Así, tanto el SARS-CoV-2 como un virus de influenza pandémica son patógenos virales novedosos ante los que la población mundial tiene poca o ninguna inmunidad preexistente.
EU, 2 de mayo (RT).- La pandemia de coronavirus podría seguir propagándose por el mundo durante un periodo de entre 18 meses y dos años, según predice un informe publicado este jueves por un equipo de expertos en pandemias, según el cual entre un 60 por ciento y un 70 por ciento de la población podría tener que infectarse hasta alcanzarse el umbral crítico de inmunidad colectiva que detenga el avance del COVID-19.
Mike Osterholm, que dirige el Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas (CIDRAP) de la Universidad de Minnesota; Marc Lipsitch, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de Harvard; Kristine Moore, ex epidemióloga de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y directora médica de CIDRAP, y el historiador John Barry, autor del libro ‘La gran influenza’ sobre la pandemia de gripe de 1918, califican la situación actual como “la peor crisis mundial de salud pública en más de 100 años” y reconocen que su rumbo futuro “aún es muy impredecible”.
“EL MEJOR MODELO COMPARATIVO”
En cualquier caso, los expertos sugieren que podríamos hacernos una idea del potencial desarrollo del COVID-19 a partir de las pandemias de influenza del pasado, que representan “el mejor modelo comparativo”, al guardar “varias similitudes importantes” con el nuevo coronavirus. Así, tanto el SARS-CoV-2 como un virus de influenza pandémica son patógenos virales novedosos ante los que la población mundial tiene poca o ninguna inmunidad preexistente. Además, se transmiten principalmente a través de las vías respiratorias, mediante grandes gotas, aunque también exista un componente significativo de transmisión por aerosoles más pequeños. Finalmente, en ambos casos es posible la transmisión asintomática —lo que contribuye a la propagación de cada virus—, y los dos son capaces de infectar a millones de personas y extenderse rápidamente por todo el mundo.
Al mismo tiempo, los dos casos tienen también algunas diferencias. El período de incubación es más largo para el COVID-19, lo que permitió que el virus se propagara “silenciosamente” en muchos casos antes de ser detectado. Por otro lado, puede haber menos diseminación presintomática de influenza pandémica A en comparación con el SARS-CoV-2, mientras que la fracción asintomática parece ser algo mayor para COVID-19 que para la influenza. Todos estos factores contribuyen a la transmisibilidad viral, escriben los científicos, detallando que incluso los últimos virus de la influenza pandémica severa han sido menos transmisibles que el SARS-CoV-2.
TRES ESCENARIOS
Al analizar las pandemias de influenza más importantes en el pasado, y teniendo en cuenta que aún no conocemos la duración de la inmunidad a la infección y que la situación podría verse alterada por la aparición de una vacuna, los científicos destacan tres principales escenarios del desarrollo de la pandemia.
Escenario 1: La primera ola de COVID-19 en la primavera de 2020 es seguida por una serie de olas repetitivas más pequeñas durante el verano y luego, de manera consistente, durante un período de entre uno y dos años, disminuyendo gradualmente en algún momento de 2021. Dependiendo de la altura de los picos de las olas, se podría requerir la restitución periódica y la posterior relajación de las medidas restrictivas en los próximos uno o dos años.
Escenario 2: La primera ola es seguida por una más grande, en el otoño o invierno de 2020, y por una o más olas subsiguientes más pequeñas en 2021. Este escenario, similar a lo que ocurrió con la pandemia de 1918-19, requerirá la restitución de las medidas de mitigación en el otoño para intentar reducir la propagación del COVID-19 y evitar que los sistemas de salud se vean abrumados.
Escenario 3: La primera ola es seguida por una “combustión lenta” de transmisión y registro de casos, pero sin un patrón de onda claro. Este tercer escenario, probablemente, no requeriría la restitución de las medidas restrictivas, aunque los casos y las muertes seguirían registrándose.
En cualquiera de estos casos, “debemos estar preparados para al menos otros 18 a 24 meses de actividad significativa de COVID-19, con puntos críticos que aparezcan periódicamente en diversas áreas geográficas”, insisten los científicos, concluyendo que, a medida que la pandemia disminuya, es probable que el SARS-CoV-2 continúe circulando entre la población humana y “se sincronice con un patrón estacional con una gravedad disminuida con el tiempo”.
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