27 de May, 2021
Un nuevo estudio, realizado por la Universidad de Yale, está causando sensación pues se descubrió de manera efectiva la forma para detectar una condición cardiovascular grave con el movimiento de un dedo de la mano.
Por medio de su estudio, la Universidad de Yale descubrió una manera para saber si una persona padece un aneurisma aórtico ascendente, lo que significa una dilatación potencialmente fatal de las principales arterias del corazón.
Cabe destacar que esta investigación fue realizada por un grupo de cardiólogos quienes explicaron que la prueba la puede hacer cualquier persona y solo requiere el pulgar y la palma de la mano.
¿Cómo lo puedo hacer?
Los cardiólogos explicaron esto: levantando una mano y manteniendo la palma plana, el paciente flexiona el pulgar lo más posible a lo largo de la palma. Lo normal es que el pulgar llegue hasta el centro de la mano, pero si cruza más allá del borde más lejano de la palma, el paciente puede estar albergando un aneurisma oculto.
Los expertos señalaron que si se mueve el pulgar de esa manera es una indicación de que los huesos largos de un paciente son excesivos y sus articulaciones están laxas, señalando posibles signos de enfermedad del tejido conectivo en todo el cuerpo, incluida la aorta.
Cada año miles de personas en todo el mundo están en riesgo de un aneurisma aórtico sin saberlo, una condición que es mortal para unas 10 mil personas anualmente solo en Estados Unidos, siendo esta la 13° causa de muerte más común para los estadounidenses.
Si un aneurisma se detecta lo suficientemente temprano, el paciente puede mantenerse seguro mediante la restricción del ejercicio, la monitorización radiográfica o la cirugía.
Pero según los médicos los aneurismas aórticos son difíciles de detectar por adelantado.
“El mayor problema de la enfermedad por aneurisma es reconocer a las personas afectadas dentro de la población general antes de que se rompa el aneurisma”, dijo el Dr. John A. Elefteriades, profesor de cirugía William WL Glenn en Yale y autor principal del nuevo estudio, publicado en el American Journal of Cardiology.