Trump flexibiliza aranceles automotrices: ¿Alivio económico o maniobra política?

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Un giro en la política comercial de Trump

En un movimiento que ha generado reacciones encontradas, el presidente Donald Trump firmó órdenes ejecutivas para reducir los aranceles del 25% sobre automóviles y autopartes. Esta medida, presentada como un “puente temporal”, busca facilitar la transición de fabricantes hacia una mayor producción en suelo estadounidense.

Los incentivos detrás del cambio

El plan incluye reembolsos del 15% este año y 10% el próximo para empresas que ensamblen vehículos en EE.UU., tanto nacionales como extranjeras. Según Scott Bessent, secretario del Tesoro, el objetivo es claro: “Crear más empleos de manufactura nacional”.

La nueva fórmula arancelaria beneficia especialmente a productos del T-MEC. Por ejemplo:

  • Vehículos con 85% de contenido regional: exentos de aranceles
  • Vehículos con 50% de contenido regional: sólo pagan 35% sobre las piezas importadas

Críticas y consecuencias

Israel Macías, catedrático de la Universidad Panamericana, no duda en calificar la medida como “parte del desastre de Trump”. Según expertos, los aranceles podrían aumentar el precio promedio de los autos en $4,711 dólares, afectando la competitividad global de la industria.

Arthur Laffer, ganador de la Medalla Presidencial de la Libertad, respalda estas proyecciones, advirtiendo sobre el impacto en precios y ventas.

Otras medidas complementarias

Trump también firmó una orden para evitar la doble imposición arancelaria, beneficiando especialmente a productos canadienses y mexicanos de aluminio y acero. Esta desescalada coincide con una caída en la popularidad del presidente por su política de gravámenes.

En un giro inesperado, Trump elogió a Jeff Bezos de Amazon por no trasladar los aranceles a los precios, llamándolo “buen tipo” que “hizo lo correcto”.

El contexto político

Estas acciones forman parte de la estrategia de gobierno por decreto que caracteriza a Trump, quien ya acumula 142 órdenes ejecutivas en sus primeros 100 días de segundo mandato – un récord histórico.

Desde Michigan, el presidente declaró: “Aún no han visto nada”, prometiendo continuar con su agenda de “proteger a los trabajadores” y “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.

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