Elon Musk, el magnate detrás de la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), se ha visto envuelto en una disputa de alto perfil con el Tribunal Supremo de Brasil. El tribunal ordenó la suspensión de X en el país después de que Musk se negara a nombrar a un representante legal, lo que ha intensificado aún más la batalla por la libertad de expresión y la desinformación.
La medida se produce después de que el juez Alexandre De Moraes advirtiera a Musk que X podría ser bloqueada si no cumplía con su orden. Musk, un autoproclamado “absolutista de la libertad de expresión”, ha criticado repetidamente las acciones de De Moraes, calificándolo de “dictador” y “tirano”.
Sin embargo, los defensores de De Moraes afirman que sus acciones han sido legales y han servido para proteger la democracia en un momento en el que está en peligro. La orden del viernes se basa en la ley brasileña que exige que las empresas extranjeras tengan representación en el país para que puedan ser notificadas cuando haya causas judiciales contra ellas.
“La libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”, escribió Musk en respuesta a la resolución.
Brasil es un mercado importante para X, que ha luchado con la pérdida de anunciantes desde que Musk compró la antigua Twitter en 2022. Según Emarketer, aproximadamente una quinta parte de la población brasileña accede a X al menos una vez al mes.
Free speech is the bedrock of democracy and an unelected pseudo-judge in Brazil is destroying it for political purposes https://t.co/eqbowALCeu
— Elon Musk (@elonmusk) August 30, 2024
La disputa entre Musk y De Moraes se remonta a meses atrás, con el juez ordenando el bloqueo de cuentas afiliadas al partido derechista del expresidente Jair Bolsonaro y a activistas acusados de socavar la democracia brasileña. Musk ha defendido a estos usuarios, argumentando que las acciones de la justicia equivalen a censura.
A pesar de los desafíos, X podría estar fuera de línea en Brasil en cuestión de horas si no cumple con la orden de De Moraes. Esta batalla por la libertad de expresión y la democracia en Brasil promete ser un punto de inflexión en la tumultuosa relación entre Musk y el sistema judicial brasileño.
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