Beirut.- El grupo chií libanés Hezbolá anunció este domingo que su destacado comandante Ali Karaki murió el viernes en el mismo bombardeo israelí que mató al máximo líder del movimiento, Hasán Nasrala, en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
La pérdida de estos dos líderes clave es un duro golpe para Hezbolá, que ha sido durante mucho tiempo un actor influyente en la política y el conflicto del Líbano. Karaki, quien comandaba las operaciones del grupo en el sur del Líbano desde 1982, desempeñó un papel “histórico” durante la invasión israelí de 2000 y la guerra de 2006.
Según el comunicado de Hezbolá, Karaki era el “responsable directo y de campo de la dirección del Frente Sur” y también miembro del Consejo de la Yihad, el órgano del movimiento a cargo de los planes de seguridad. Su muerte, junto con la de Nasrala, sugiere que Israel ha logrado eliminar a dos de los líderes más experimentados y respetados de Hezbolá.
“La Resistencia Islámica trae al pueblo de la resistencia y a los mártires al gran líder yihadista Hajj Ali Karaki alias Abu al Fadl, quien fue martirizado con un grupo de sus hermanos combatientes en la criminal incursión sionista en Haret Hreik”, confirmó el grupo en un comunicado.
Este ataque se produce en un momento de gran tensión en la región, con el conflicto en Gaza y las crecientes fricciones entre Israel y Hezbolá. La pérdida de estos líderes clave podría tener implicaciones significativas para el equilibrio de poder en el Medio Oriente.
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