La muerte de Yahya Sinwar, el influyente líder de Hamás, ha sido un duro golpe para la organización palestina que él mismo convirtió en una fuerza de combate temida. Su eliminación a manos de las fuerzas israelíes en un encuentro casual en Rafah, al sur de Gaza, representa una victoria clave para el primer ministro Netanyahu y el Estado de Israel.
Sinwar, de 62 años, era considerado el cerebro detrás de los ataques más devastadores contra Israel en los últimos años. Su trayectoria, marcada por 22 años en prisión israelí, lo había convertido en un enemigo implacable, capaz de planificar meticulosamente operaciones que infligieron la peor derrota en la historia del país hebreo.
Aunque Netanyahu celebra este triunfo, advierte que la guerra aún no ha terminado. Hamás sigue teniendo rehenes en su poder y continúa luchando, demostrando que la organización va más allá de un solo líder. En las ruinas de Jan Yunis, lugar de nacimiento de Sinwar, los palestinos entrevistados se muestran desafiantes, afirmando que esta es una “guerra de exterminio” que seguirá adelante.
Mientras Israel se regocija por la muerte de Sinwar, la realidad es que la situación en Gaza sigue siendo frágil. Los objetivos de Netanyahu, como destruir a Hamás como fuerza militar y política, y traer de vuelta a los rehenes, aún no se han logrado. La guerra, como él mismo admite, continúa.
¿Será la caída de Sinwar el inicio del fin de Hamás o solo un golpe temporal? Sigue a N24 para mantenerte informado sobre los próximos desarrollos en este conflicto que sigue sacudiendo la región.
