Florida evalúa los daños dejados por ‘Idalia’

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Una afectada por el paso del huracán Idalia, Jewell Bagget, ante las ruinas de la casa construida por su abuelo en Horseshoe Beach, Florida (EE UU). CHENEY ORR (REUTERS)

Florida ha comenzado a evaluar los daños dejados por el paso del huracán Idalia, que ha dejado importantes daños en las zonas costeras del Estado y que este jueves, ya convertido en tormenta tropical, amenazaba con causar inundaciones peligrosas en zonas de baja altura o cerca de los ríos en la zona oriental de Carolina del Sur y del Norte. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado zona de desastre en Florida.

El temporal, que tocó tierra el miércoles en la costa noroeste de Florida como huracán de categoría 3 y vientos de más de 200 kilómetros por hora, genera ahora fuertes vientos y lluvias torrenciales que pueden dejar hasta 23 centímetros de agua en algunos puntos de la costa de las Carolinas antes de continuar su ruta en dirección noreste hacia el océano Atlántico, según el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense. Este organismo advierte de la posibilidad de subidas del nivel del agua en algunas localidades junto al mar.

“El manejo de vehículos puede resultar peligroso”, advertía el Servicio. “Unos niveles extremos de lluvia pueden resultar en inundaciones súbitas y en zonas urbanas, que pueden hacer necesarios rescates”. En la mañana del jueves, la tormenta, que aún genera vientos en torno a los cien kilómetros por hora, se encontraba a 70 kilómetros de la ciudad de Wilmington, en Carolina del Norte.

En Florida, las autoridades han indicado que serán necesarios días para determinar el alcance completo de los daños. Por el momento, la policía de tráfico apunta que dos muertes en accidente de vehículo pueden atribuirse al huracán, y el gobernador del Estado, Ron DeSantis, ha indicado que podría sumarse una tercera en otra colisión.

Los daños, no obstante, parecen mucho menores que los causados en 2022 por el huracán Ian, que se cobró la vida de cerca de 150 personas y que destruyó cerca de 20.000 edificios. La zona por la que tocó tierra el huracán es uno de los últimos grandes espacios naturales de Florida y está escasamente poblada. Aun así, el banco de inversión UBS ha apuntado de manera preliminar en una nota que las pérdidas aseguradas alcanzarán en torno a los 9.360 millones de dólares.

“Desde luego ha habido daños en las comunidades costeras”, ha apuntado Deanne Criswell, la administradora de la agencia estadounidense de gestión de desastres (FEMA, por sus siglas en inglés), en declaraciones a la cadena de televisión MSNBC. La alta funcionaria se encuentra en Florida para examinar junto a DeSantis el resultado del paso de la tormenta.

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La crecida de la marea en las zonas costeras por los vientos y la lluvia acarreados por Idalia llevaron el agua del mar kilómetros tierra adentro, dejando carreteras y calles anegadas. Según Criswell, la subida del nivel del mar pudo estar en algunos puntos cerca de las previsiones de 4,5 metros, a falta de una medición precisa en los próximos días.

La alta funcionaria consideró una buena noticia el bajo número de víctimas mortales, que interpretó como una señal de que los residentes obedecieron las órdenes de evacuación obligatoria impuesta en las zonas costeras.

En San Petersburg, una localidad playera en la costa central de Florida, docenas de personas tuvieron que ser rescatadas en lancha. Escenas similares se registraron también en el sur de Georgia. Este jueves, más de 315.000 viviendas permanecían aún sin suministro eléctrico en Florida, Georgia y las Carolinas.

Idalia, aún en forma de tormenta tropical, había causado importantes daños en la provincia tabacalera de Pinar del Río, en Cuba. En su travesía por las cálidas aguas del golfo de México ganó fuerza de manera gradual hasta llegar a convertirse en un ciclón de categoría 4, con vientos superiores a los 215 kilómetros por hora, y amenazar con una crecida del agua “catastrófica”. Poco antes de tocar tierra perdió fuerza para quedar en un huracán de categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson, de un máximo de cinco.

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