En un tenso foro de CNN, la Vicepresidenta Kamala Harris no se anduvo con rodeos al calificar al expresidente Donald Trump como “inestable” e “incapaz de servir”. Con un tono firme y elegante, la candidata demócrata a la presidencia advirtió a los votantes independientes y republicanos moderados que Trump representa una amenaza para los principios fundamentales de la nación.
Harris citó a altos funcionarios militares de la administración de Trump que lo han tildado de “fascista”, incluyendo al exjefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, y al exsecretario general de la Casa Blanca, el general retirado de la Marina John Kelly. “También creo que se debe confiar en las personas que lo conocen mejor en este tema”, afirmó la Vicepresidenta.
La campaña de Harris parece estar enfocada en presentar a Trump como un peligro para la democracia, en lugar de centrarse en las diferencias políticas. La Vicepresidenta destacó el apoyo de más de 400 miembros de administraciones republicanas, incluyendo a la exrepresentante de Wyoming Liz Cheney y al exvicepresidente Dick Cheney, quienes temen que Trump no respete el juramento de defender la Constitución.
Aunque Harris abordó temas complejos como la seguridad fronteriza y el conflicto en Gaza, su mensaje central se mantuvo claro: un segundo mandato de Trump pondría en riesgo los cimientos mismos de Estados Unidos. ¿Podrá esta estrategia convencer a los votantes indecisos y moderados a unirse a la causa demócrata?
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