Moscú. – En un movimiento audaz, el grupo chií libanés Hezbollah reivindicó el ataque con drones contra una base militar israelí al sur de Haifa. Este incidente se suma a la creciente tensión entre Israel y Hezbollah, quienes se encuentran en una guerra no declarada desde principios de octubre.
Según el comunicado del movimiento, “en la noche del domingo 13 de octubre, la Resistencia Islámica (Hezbollah) llevó a cabo una operación para lanzar un grupo de drones de ataque contra el campo de entrenamiento de la Brigada Golani en Binyamina, al sur de Haifa”. Hezbollah aseguró que permanece “en su lugar” y que estará lista para defender a su país y a su “orgulloso pueblo oprimido”.
Esta escalada de violencia se produce después de que Israel respondiera a los ataques con misiles y drones suicidas lanzados desde Líbano por Hezbollah, como gesto de solidaridad con el movimiento palestino Hamas. Ambas partes han intensificado sus acciones bélicas, llegando incluso a confirmarse la entrada terrestre de Israel en el país vecino.
Expertos advierten que estos enfrentamientos podrían desencadenar un conflicto regional de mayor magnitud, especialmente después del ataque iraní del 1 de octubre, en el que lanzaron unos 180 misiles balísticos hacia Israel, de los cuales la mayoría fueron interceptados, pero algunos causaron daños materiales.
En medio de esta peligrosa situación, Estados Unidos e Israel planifican acciones conjuntas militares en la zona, según informan medios estadounidenses. ¿Será posible evitar una guerra a gran escala en el Medio Oriente?
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