Nuevo México. El expresidente Donald Trump afirmó recientemente que “ama a los hispanos” y que ellos también lo quieren. Sin embargo, sus declaraciones han generado controversia y cuestionamientos sobre la sinceridad de sus palabras.
“Amo a los hispanos. Son muy trabajadores y emprendedores, y son grandes personas”, dijo el republicano en Nuevo México, un estado que según las encuestas votará por su rival demócrata Kamala Harris. “Y son cariñosos, a veces demasiado cariñosos, si quieren que diga la verdad”.
Estas declaraciones llegan en un momento crucial, cuando los latinos se perfilan como un bloque electoral clave en las elecciones. Si bien los hispanos tradicionalmente han apoyado a los demócratas, en los últimos años los republicanos han logrado acortar la brecha.
Una retórica antimigrante que divide
A pesar de sus palabras de afecto, el discurso de Trump se centró, como es usual, en su retórica antimigrante. “Los migrantes ilegales que llegan a este país matan gente todos los días” y “están desatando una violenta ola de asesinatos por todo Estados Unidos”, afirmó sin presentar pruebas.
Esta postura contrasta con los esfuerzos de la vicepresidenta Kamala Harris, quien busca ampliar su ventaja entre los hispanos, sobre todo en los siete estados clave que podrían definir el próximo inquilino de la Casa Blanca.
¿Sinceridad o estrategia electoral?
La decisión de Trump de visitar Nuevo México, un estado que no es un bastión republicano, sugiere que está buscando acercarse a los votantes latinos. Sin embargo, sus declaraciones y su historial de políticas migratorias restrictivas han generado dudas sobre la autenticidad de su supuesto “amor” por esta comunidad.
A medida que se acercan las elecciones, será crucial observar si Trump logra convencer a los latinos de que sus palabras se traducen en acciones concretas que beneficien a esta comunidad.
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