De acuerdo con la carpeta de investigación 18130/FCUEACATLÁN/2020, a las 22:30 horas del 9 de junio, Alexander circulaba a bordo de una motocicleta marca Vento color roja en compañía de otros jóvenes sobre la carretera El Amate-Acatlán de Pérez Figueroa, –a la altura del crucero “La Cruz”- cuando la patrulla 023 de la policía municipal de Acatlán de Pérez Figueroa, que venía en sentido contrario con las luces apagadas, les cerró el paso.
Según las investigaciones, de la cabina trasera de la patrulla descendió el policía municipal S. R. R., quien portaba una escopeta y realizó un disparo contra el adolescente, privándolo de la vida.
La FGEO determinó que la causa de la muerte fue “laceración encefálica producida por proyectil de arma de fuego de componentes múltiples”, razón por lo que Virginia, la madre del joven, ha señalado que a su hijo le dispararon a matar.
Tras el crimen, la familia del joven denunció que los policías intentaron colocar un arma en las manos de Alexander, para justificar el disparo, versión que han respaldado testigos del homicidio.
Luego del asesinato, el ahora expolicía fue aprehendido y llevado a audiencia, donde el juez le impuso la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa y otorgó dos meses para el cierre de investigación complementaria.
“La Fiscalía General reitera que no habrá impunidad ni en éste ni en ningún caso donde elementos de los cuerpos policiacos atenten contra la integridad y la vida de las familias oaxaqueñas”, señaló la dependencia en un comunicado.
Tras el asesinato de Alexander, se dio a conocer un segundo caso de abuso policial cometido en Oaxaca la madruga del pasado 7 de mayo, cuando policías municipales de San Pablo Huitzo, en los Valles Centrales, detuvieron a dos hermanos acusados de robar una bicicleta, pero en lugar de trasladarlos a la Fiscalía, los entregaron esposados a hombres de la comunidad.
Los hombres golpearon hasta la muerte a Diego, de 20 años, y abandonaron su cuerpo en un barranco; mientras que su hermano Jaciel de 19 años, sobrevivió y denunció los hechos. La FGEO informó que también se indaga este segundo caso y que los policías podría enfrentar cargos penales tras confirmarse que la muerte de Diego fue a causa de la golpiza.
Por estos casos, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) consideró que las policías municipales en la entidad viven una “crisis estructural” que sólo en 2020 ha dejado más de 120 quejas, incluidas dos muertes más en centros de detención municipal en el Istmo de Tehuantepec
