Cuando Claudia Sheinbaum asuma la Presidencia de México el próximo martes, heredará una compleja trama de tensiones internacionales que exigirán su atención estratégica. La primera mujer presidenta de México se enfrentará a varios retos fundamentales en política exterior, desde restablecer relaciones con Ecuador, Perú y España, hasta lidiar con las incógnitas que plantea el resultado de las elecciones estadounidenses.
Según el experto José Joel Peña, de la UNAM, “es crucial que Sheinbaum restablezca los vínculos diplomáticos con actores clave de los que México se ha distanciado”. Esto incluye resolver el conflicto con Ecuador por el allanamiento de la embajada mexicana en Quito, así como la tensión con Perú tras la salida de Pedro Castillo.
Pero el mayor desafío será la relación con Estados Unidos, donde podría volver el expresidente Donald Trump, con su retórica antiinmigrante y amenazas de intervención militar. Un nuevo gobierno de Trump probablemente adoptaría un enfoque más duro, lo que podría obstaculizar los flujos comerciales y financieros entre ambos países.
La presidenta electa ha anunciado que seguirá la política de “no viajar mucho” de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, el experto Peña considera que hay una “ventana de oportunidad” para que México aumente su participación en foros regionales e internacionales y tenga “una voz más influyente en la toma de decisiones”.
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