Montserrat Oliver y el fracaso de su primer matrimonio: “me divorcié virgen”

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Montserrat Oliver Grimau. (Photo by John Parra/Getty Images)

POR Guillermina Ortiz-. Montserrat Oliver, la conductora que destaca por su belleza, franqueza y simpatía, ha dado a conocer una faceta más íntima con sus recientes confesiones sobre cómo le reveló a su mamá que tenía una relación amorosa con una mujer o la culpa que experimentó la primera vez que besó a su novio.

La modelo y actriz contó a Yordi Rosado cómo en su familia “chapada a la antigua” le inculcaron que la intimidad debía reservarse para el matrimonio y que uno de los principales valores como mujer debía ser convertirse en “esposa, madre cristiana, del hogar”, algo con lo que no se sentía identificada. “No podía besar a nadie, ni nada, hasta que no me casara porque era pecado”, recuerda.

Con esas creencias, la conductora siguió el consejo de su mamá y se casó a los 23 años con su segundo novio, “muy lindo pero muy tonto”, quien años antes le había robado su primer beso a través de las rejas de la casa de su abuelita, y la hizo sentir muy culpable.

Pero la desinformación y la inexperiencia marcaron el matrimonio desde el primer día. “Llegué nerviosísima a la luna de miel, pero ilusionada. Pero cuando llega la noche de bodas, ¡oh sorpresa! Al parecer él también era casto y fue un desastre, ¡no pasó nada!”. Nada por cuatro años.

“No quería hablarlo mucho. Él se sentía responsable, era más grande, era el hombre y le dije: ‘pues ve al doctor'”, reveló.

“Yo me divorcié virgen”

Insatisfecha por el rumbo que llevaba su vida matrimonial, la titular de ‘Montse & Joe’ volvió a sentir culpa cuando se dio cuenta de que se sentía atraída hacia otras personas, porque creía que “el matrimonio era para toda la vida”.

Hasta que conoció a Yolanda Andrade a mediados de la década de 1990 gracias a un proyecto televisivo que grababa en México, y le cambió la vida. “Conozco a Yolanda, me hizo así (se pasa el dedo por el hombro) y dije: ‘nomás falta que sienta con una mujer porque me tienen súper mal atendida’. Me super asusté y huí”.

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“Ni siquiera había estado con un hombre. Por mis circunstancias, me divorcié virgen”, confesó.

Pero el fin de su matrimonio le permitió darse una oportunidad con Andrade, aún sin identificarse completamente como homosexual, lo que tardó en confesarle a su mamá.

Un día, la mamá de Montserrat la visitó en el departamento donde vivía con Yolanda. Cuando pasaron las recámaras, su madre le comentó que no les enseñara los cuartos a nadie “‘porque hay uno muy chiquito y pues el otro’. Nos íbamos en el elevador y mi mamá me dijo: ‘eres mi hija lo máximo, perfecta’. Me volteo y le digo: ‘mami, yo no soy la hija perfecta que crees que soy’. Me vio y me dijo: ‘yo sé lo que tiene y aún así eres perfecta'”. Bastó ese pequeño pero amoroso momento para que Oliver volviera a sentirse liberada por su preferencia sexual.

Pero aún con la revelación a su mamá, la conductora trató de mantener en secreto su relación, tanto la de Yolanda -que duró alrededor de 10 años- como con la empresaria Bárbara Coppel -12 años-, para evitarle la sobreexposición mediática a su familia, “porque no quería que lo sufrieran”, y por el miedo a quedarse sin contrato. “Yo quería seguir trabajando y decía ‘esto me va a superlimitar'”.

También se refirió a la discriminación que sufrió en algunas ocasiones: “un día íbamos en el coche y nos gritaron ‘¡lesbianas!’ y casi me muero”.

Sin embargo, el haber tenido relaciones con varios hombres después de Andrade la llevó a entender que para ella lo más importante es la química que pueda tener con una persona, sea hombre o mujer. “No es porque no me quiera aceptar, me acepto, porque ahorita estoy casada con una mujer, pero para mí es energía”.

Casi 20 años después, Montserrat Oliver posó por primera vez con su pareja para ‘Vanity Fair’, mostrándose como una mujer fuerte y con mucha influencia en los medios, sin esconder su amor por Yaya Kosikova, con quien lleva 7 años casada. | EN VIDEO

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