Vuelta a la vida en la fábrica de Fremont: «Los salarios son bajos, pero es una gran sensación trabajar para Tesla»

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Vuelta a la vida en la fábrica de Fremont: «Los salarios son bajos, pero es una gran sensación trabajar para Tesla»

Tesla reabre la fábrica de Fremont, California, tras contar con la luz verde del Condado de Alameda. Así está siendo el retorno a la actividad, contado por personas cercanas a la planta.

Luz verde para Tesla, a pesar del coronavirus. Tras una semana convulsa, marcada por una reapertura al margen de la ley, la firma de Elon Musk comienza a escalar sus operaciones con el fin de llevarlas a niveles previos a la pandemia.

Así lo confirma la empresa en un correo electrónico enviado a los empleados el pasado domingo, obtenido por Hipertextual. En él, la responsable de Medio Ambiente, Salud y Seguridad comunicaba a los trabajadores que el Condado de Alameda –el escollo en el camino de la compañía para retornar al trabajo– “ha aprobado nuestro plan de trabajo específico para la fábrica de Fremont”.

Un hecho que se traduce, según se manifiesta unas líneas más abajo, en el apoyo de las autoridades para “volver a la producción total”. Desenlace que se adivinaba ya unos días atrás tras la luz verde del Condado, permitiendo elevar el volumen de las operaciones.

Las dudas continúan en el aire, sin embargo, en lo relativo a la seguridad dentro de la fábrica. Varios trabajadores manifestaban en exclusiva la pasada semana a este medio su preocupación al respecto. Al mismo tiempo, aseguraban que el fabricante de automóviles estaba presionando a sus empleados para volver de nuevo a sus puestos.

Hablamos con varias personas ligadas a la factoría de Fremont en lo que supone una victoria para Elon Musk, que consigue devolver la normalidad a su cuartel general.

“No vinimos aquí por dinero”

Marco –nombre ficticio, pues prefiere mantenerse en el anonimato–, es un trabajador que se ha incorporado a la plantilla a finales del pasado año. Ahora asegura que se siente “afortunado de volver a trabajar”. Opinión, dice, compartida por buena parte de los empleados que se han incorporado en los últimos días a sus puestos.

“Los salarios son bastante bajos, para ser franco, pero es una gran sensación trabajar para Tesla”

En cierto modo, manifiesta, sentían “tener la obligación de volver”, pues esto supondría la buena marcha de la empresa. “Si Tesla no consigue alcanzar unos buenos resultados financieros, la sensación en Wall Street se resentirá, causará un gran caos y podría incluso haber despidos”, expresa. Fremont no solo hace las veces de sede de la compañía, sino que también es una planta crítica en la producción de vehículos como el Model Y, el esperado SUV de la marca.

Es por esta razón que Musk ha empujado de manera tan especial la puesta en marcha de una maquinaria que llevaba trabajando a la mínima velocidad desde el pasado mes de marzo. “En este momento solo estábamos enfocados en devolver la vida a la planta”, algo que será completado a lo largo de las próximas semanas. “La mayoría de nosotros solo queremos trabajar. No vinimos aquí por dinero. Los salarios son bastante bajos, para ser franco, pero es una gran sensación trabajar para Tesla”.

Actualmente, el salario de los empleados de Tesla se encuentra recortado entre un 10 y un 30 %, según el cargo que ocupen –los sueldos más bajos son los que menos recorte recibieron–. Se espera que se mantegan así hasta finales de junio.

Otra persona residente en Fremont y con conocimiento de lo que ocurre estos días en la fábrica es más crítica con las acciones del CEO. Relata a Hipertextual que “es muy difícil entender decisiones que pueden poner en riesgo a tantas personas”.

“Elon quizá tenga el privilegio de poder soñar en grande y salvar a muchos seres humanos a largo plazo […] y creo que [Tesla] está produciendo productos increíbles y que la compañía tiene un enorme potencial, pero estoy muy en contra del proceso de ‘cómo’ lo está llevando a cabo”.

Respecto a su decisión de desafiar al Condado de Alameda, que aún no se sabe si tendrá alguna consecuencia para la compañía, expresa que no debería permitirse que solo por tener un gran poder se pueda hacer “lo que sea y como quieran bajo el nombre de la ‘libertad de América'”, aludiendo a las recientes declaraciones del directivo.

El respeto de las medidas de seguridad, esencial

Aunque preocupa la pandemia del coronavirus dentro la fábrica, Marco afirma que en su zona de la cadena de montaje trabajan “más o menos” a la distancia de seguridad de 2 metros requerida. Además, disponen también de material de protección adicional. Tesla publicaba recientemente su guía de protección frente al coronavirus, en la cual se especificaban las acciones que pondría en práctica en sus fábricas.

“[…] estaremos a una capacidad de alrededor del 50-75 % por lo menos hasta el 1 de junio”

Un factor clave en que esto sea así parece encontrarse en el volumen de trabajo, reducido por ahora. “Apenas estamos produciendo coches”, expresa, “uno de cada dos puestos en la cadena está vacío”. “Según lo que me dijo mi jefe la semana pasada, estaremos a una capacidad de alrededor del 50-75 % por lo menos hasta el 1 de junio”. Revela también que varios de sus compañeros aún no han sido llamados para volver a la planta de Fremont.

Lo que pasará después, y cómo se las ingeniará Tesla para mantener la distancia de seguridad recomendada, está aún por ver. El empleado asegura que serán necesarios algunos ajustes en su parte de la cadena de montaje para, por ejemplo, “no coincidir dos personas al mismo tiempo en el interior del coche”.

Un antiguo trabajador, que abandonó la compañía hace un año, cuenta que en los puestos de la fábrica más expuestos “es literalmente imposible” respetar las reglas de seguridad. “La única forma de producir tantos coches como quieren es recortando” estas medidas.

“Tener que usar una máscara y gafas de seguridad y un frontal y un casco con visera hará que todo sea más difícil”, concluye. La pasada semana, otro actual empleado en Fremont consultado por este medio manifestaba sus dudas de que la distancia de seguridad pueda lograrse.

Sea como fuere, la normalidad vuelve a la planta de Tesla en California. Una que será algo diferente al anterior día a día en la fábrica, pero que cuenta, ahora sí, con el beneplácito de las autoridades.