La revisión de la FDA confirma la evaluación anterior de Moderna de que su vacuna tenía una tasa de eficacia del 94,1 por ciento en un ensayo de 30.000 personas. Los efectos secundarios, que incluyen fiebre, dolor de cabeza y fatiga, fueron desagradables pero no peligrosos, encontró la agencia.
El éxito de la vacuna de Moderna se ha vuelto aún más crucial para combatir la pandemia, ya que otras iniciativas de vacunas han fracasado. La esperanzadora noticia llega en un momento en que el número de casos de coronavirus que se registran es abrumador en los hospitales y en que el número de muertes aumenta sin cesar, que el lunes 14 de diciembre alcanzó un sombrío hito de 300.000.
La publicación de los datos es el primer paso de un proceso de revisión pública que incluirá una reunión de un día el jueves 17 de diciembre por un panel asesor independiente de expertos. Escucharán a Moderna, los científicos de la FDA y al público antes de votar sobre si recomendar la autorización. Se espera que el panel vote a favor, y la FDA generalmente sigue las recomendaciones de los expertos.
La distribución de unas seis millones de dosis podría comenzar la próxima semana, sumándose significativamente a los millones de dosis que ya están siendo enviadas por Pfizer y BioNTech, las compañías que desarrollaron la primera vacuna contra el coronavirus y que recibieron la autorización de emergencia el viernes pasado. Los trabajadores de la salud recibieron el lunes las primeras inyecciones de la vacuna de Pfizer-BioNTech, que tiene una tasa de eficacia del 95 por ciento.
La autorización de emergencia no es lo mismo que la aprobación absoluta. Permite que, si existe evidencia de que sus beneficios potenciales superan sus riesgos, se use una vacuna experimental mientras se recopilan más datos para solicitar la aprobación total.