Los precios del crudo han experimentado un repunte significativo, alcanzando niveles no vistos desde agosto. Este alza se debe a la creciente tensión geopolítica entre Estados Unidos e Irán, con la posibilidad de un ataque israelí a las instalaciones petroleras iraníes.
Según datos de Bloomberg, el Brent, el crudo de referencia en Europa, se ha encarecido un 3.9% y ronda los 76.7 dólares por barril, llegando incluso a tocar los 77.65 dólares, su nivel más alto en meses. Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI), referente en Estados Unidos, ha subido un 4.1% y supera los 73 dólares por barril.
Esta escalada de precios se produce después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, reconociera que un posible ataque de Israel a las instalaciones petroleras iraníes está sobre la mesa. Las tensiones geopolíticas han desplazado temporalmente la preocupación por la debilidad de la demanda, especialmente en China.
Sin embargo, los inversores no pierden de vista la evolución de la oferta y la demanda. La decisión de la OPEP+ de mantener sus planes de aumentar la producción a partir de diciembre ha moderado en cierta medida la subida del crudo.
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