El peso mexicano se ha visto sacudido esta semana, extendiendo las pérdidas de la semana anterior. Esta depreciación se debe a un fortalecimiento global del dólar, impulsado por las crecientes apuestas a una victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses de noviembre.
Según el analista financiero Monex Grupo Financiero, “Las propuestas arancelarias agresivas del candidato republicano implican un menor dinamismo de la economía mexicana, afectando los beneficios del nearshoring en el país”. Es decir, la posibilidad de que Trump llegue a la Casa Blanca ha generado incertidumbre en los mercados, lo que se traduce en una caída del peso frente al dólar.
Por otro lado, los inversores tienen la mirada puesta en los discursos que ofrecerán a lo largo del día distintas autoridades de la Reserva Federal (Fed), en busca de pistas sobre los próximos pasos del banco central estadounidense. La presidenta del Banco de la Fed de Dallas, Lorie Logan, ya ha sugerido que espera más recortes de tasas de interés.
En el ámbito local, la atención se centra en la divulgación de cifras clave como el IGAE, las ventas al menudeo de agosto y la inflación de la primera quincena de octubre. Mientras tanto, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) retrocede, en línea con el débil comienzo de semana de los mercados internacionales.
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