Elon Musk, el magnate detrás de Tesla, ha visto cómo su fortuna se desplomaba en miles de millones de dólares en cuestión de días. Mientras que el miércoles su patrimonio neto era 15.000 millones inferior al día anterior, el jueves la sangría sumaba otros 7.600 millones.
La caída se debe principalmente al desplome de las acciones de Tesla, golpeadas por una serie de datos negativos. Las ventas del grupo cayeron un 45% en Europa en enero, pasando de 18.161 a solo 9.945 automóviles vendidos, a pesar del crecimiento del mercado de vehículos eléctricos. El impacto ha sido especialmente duro en las principales economías europeas, con caídas del 63% en Francia, hasta mínimos desde agosto de 2022, y del 75,5% en España, donde solo se vendieron 268 unidades.
Aunque la hiperactividad política de Musk podría estar afectando a los negocios de Tesla, otros factores como la competencia de la china BYD o problemas de inventario también han influido. Lo cierto es que los números de la compañía empeoran rápidamente: el beneficio cayó a la mitad en 2024 y los ingresos se estancaron, con una caída del 8% en las ventas de coches eléctricos.
Mientras tanto, la capitalización bursátil de Tesla ha caído por debajo del billón de dólares, convirtiéndola en el eslabón más débil de los Siete Magníficos tecnológicos. Incluso gigantes como TSMC, Broadcom y Berkshire Hathaway han superado a la firma de Musk en la lista de las mayores cotizadas del mundo.
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