El objetivo de la nueva corporación, que tendrá su sede en Ámsterdam y que cotiza en las bolsas de Milán, París y Nueva York, es lanzar 10 nuevos modelos electrificados durante este año y que hacia 2025 cada uno de los vehículos comercializados tenga una alternativa enchufable. Pero esto no es barato.
Hoy, la mayoría de los fabricantes de vehículos no obtiene beneficios de la venta de vehículos eléctricos. Según datos de la consultora McKinsey, producir modelos a baterías cuesta hasta 12,000 dólares más que producir la versión con motor a gasolina.
Pero hay una clara oportunidad de reducir costos -McKinsey calcula que hasta 7,000 dólares- utilizando una plataforma de vehículos eléctricos modular y flexible, que permita desarrollar varios modelos, desde un hatchback subcompacto hasta una pickup full size, a fin de lograr más volumen.
Alcanzar una mayor escala, que permita reducir costos tanto para el desarrollo de modelos eléctricos como para los modelos a gasolina de las 14 marcas que ambos grupos comercializan, es una de las llamadas “sinergias” que permitirá Stellantis. “Queremos tener marcas diferenciadas al tiempo que aseguramos que los componentes que no se ven -como el motor, la transmisión o los paquetes de baterías- sean competitivos en costo”, dijo Tavares.
Pero estas sinergias que, según el ejecutivo, trascenderán el terreno productivo y permearán otras áreas del negocio, como la ingeniería, la distribución y la comercialización, generan preguntas sobre cómo esta fusión impactará la operación de ambos grupos en los mercados en los que tienen presencia. ¿Compartirán pisos de venta? ¿Consolidarán líneas de producción? ¿Habrá despidos? Carlos Tavares responde los cuestionamientos.
1. Red de concesionarios
Hasta ahora, Peugeot y Fiat-Chrysler mantienen redes de distribución independientes, y todo indica que lo seguirán haciendo en el corto plazo. “Queremos asegurarnos de que las marcas se mantengan diferenciadas y no se canibalicen”, dijo el ejecutivo.
Aunque Fiat-Chrysler opera concesionarios multimarca, donde lo mismo se puede comprar un Jeep que una pickup Ram, una minivan de Chrysler o un súper deportivo de Dodge, no hay una canibalización en tanto que cada marca atiende a un segmento de mercado diferente. Pero Peugeot sí tiene varias marcas que compiten por clientes similares, como Opel y Citroën, por lo que meterlas a todas en un mismo espacio podría resultar contraproducente.
La fusión de las redes de concesionarios es el último escalón para llegar a una distribución más eficiente. Compartir patios logísticos para el almacenamiento de unidades, proveedores de transporte -madrinas, navieras y líneas de ferrocarril- o agencias aduanales, a fin de reducir complejidad y costos, son otras áreas que Stellantis puede explorar.