Las investigaciones sugieren que más de la mitad de los adultos desarrollarán al menos un acrocordón a lo largo de su vida.
La buena noticia, según Angela Lamb, dermatóloga del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, es que son inofensivos. “Son completamente benignos”, afirma. “No tienen ningún potencial maligno”.
Pero debido a que los acrocordones pueden estar asociados con otras enfermedades, es importante entender cómo identificarlos y cuándo hablar con un profesional de la salud.
¿Qué son los acrocordones y por qué aparecen?
Los acrocordones son crecimientos blandos que sobresalen de la superficie de la piel. Su aspecto puede variar, pero suelen tener el tamaño de una piedrita o un grano de arroz y pueden ser de color carne o más oscuros.
Como a veces los acrocordones pueden parecerse a las lesiones asociadas a los cánceres de piel, suele ser aconsejable acudir al médico si no se está seguro de qué tipo de crecimiento se tiene. “Es bueno que te revisen cualquier cosa que te preocupe, cualquier nuevo crecimiento que sobresalga de la piel”, recomendó Lamb.