Después de meses de espera, el talentoso delantero Gabriel “El Toro” Fernández ha hecho su esperado regreso a las canchas, dejando una huella imborrable en su debut con el Cruz Azul Sub-23 contra Puebla. Tras superar una lesión que lo mantuvo alejado del campo de juego durante 8 largos meses, el Toro demostró que su hambre de éxito no se ha apagado, anotando un gol que reafirmó su confianza y su capacidad goleadora.
Sin embargo, el partido no estuvo exento de polémica. En una jugada clave del primer tiempo, Fernández se internó en el área rival con el balón controlado, pero recibió una entrada desde atrás que lo derribó. Sorprendentemente, el árbitro decidió no marcar el penal que, según los fanáticos cementeros, era más que evidente.
Pese a este incidente, el plan de Martín Anselmi, el entrenador del Cruz Azul, es que Fernández siga sumando minutos con las fuerzas básicas hasta que recupere el ritmo de competencia necesario para volver a destacarse en la Liga MX. Aunque físicamente se encuentra en excelente estado, el hecho de haber estado tanto tiempo inactivo ha generado que no esté tan fino con el balón. Por eso, este tipo de partidos lo ayudarán a recuperar ese toque especial que lo caracteriza como delantero.
Después de una destacada actuación, Fernández fue sustituido a los 60 minutos, con el objetivo de no exigirlo demasiado. Durante su paso por el campo, el Toro demostró su fortaleza en los duelos individuales y su sacrificio en la presión sobre la salida rival. Ahora, el plan es que Fernández se acople al sistema de juego de Vicente Sánchez, con la intención de que todas las fuerzas básicas del Cruz Azul jueguen de manera similar al primer equipo.
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