Luka Romero, la joven promesa del fútbol mundial, ha dado un giro inesperado a su carrera al fichar por el Cruz Azul. Este movimiento, que parecía destinado al Guadalajara, se debe a la habilidad negociadora de Mathías Adolfo Cardacio, el Director de Fútbol de La Máquina.
Cardacio, con su experiencia previa en el AC Milán, utilizó sus conexiones en el club italiano para convencer a Romero y a su entorno de unirse al proyecto del Cruz Azul. Esta maniobra estratégica le permitió al equipo cementero adelantarse a la competencia y asegurar los servicios del talentoso jugador de 20 años, conocido como el “Messi mexicano”.
La operación, valorada en 3.5 millones de euros, otorga a Romero un contrato de cinco años y un salario anual de 2.2 millones de dólares. Esta inversión refleja la confianza del Cruz Azul en el potencial del joven futbolista, quien ya ha enfrentado a equipos de talla mundial.
Cardacio, un ex jugador del Milan, supo aprovechar su pasado en el club italiano para tejer una red de contactos que le permitió agilizar las negociaciones y convencer a todas las partes involucradas. Esta jugada maestra del directivo ha posicionado al Cruz Azul como un equipo en ascenso, capaz de atraer a las mayores promesas del fútbol internacional.
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