En un entorno global volátil, marcado por la guerra entre Rusia y Ucrania, el peso mexicano ha demostrado una sorprendente resistencia. Según datos del Banco de México, la divisa cerró la jornada en 20.1136 unidades por dólar, recuperando las pérdidas de la mañana y registrando una ganancia del 1.01% frente al precio de referencia.
Este desempeño positivo del peso se produce en medio de un panorama regional complicado, donde la mayoría de las monedas de América Latina se han depreciado. Divisas como el real brasileño, el zloty polaco y el rand sudafricano han sufrido caídas de entre 0.44% y 0.61%.
Pero, ¿qué factores han permitido que el peso mexicano se mantenga a flote? Según la experta Gabriela Siller, del Grupo Financiero BASE, la aversión al riesgo global por temores a una escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania ha sido el principal detonante de la volatilidad.
Sin embargo, el peso ha logrado recuperarse y encadenar cinco sesiones consecutivas de ganancias, acumulando un retorno del 1.8% en las últimas cuatro jornadas. Este desempeño se produce en un contexto en el que el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó el primer ataque ucraniano con misiles balísticos de fabricación estadounidense contra una instalación militar rusa.
Ahora, los inversionistas mantienen la mirada puesta en la divulgación de datos clave, como el Producto Interno Bruto (PIB) y la inflación, que podrían dar pistas sobre futuras decisiones del Banco de México en materia de política monetaria.
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