En un giro sorprendente de los acontecimientos, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha revelado que Rusia ha recurrido a una medida desesperada para mantener su asalto en Ucrania: el despliegue de tropas norcoreanas. Según Rutte, más de 600.000 soldados rusos han muerto o resultado heridos en la guerra, lo que ha dejado a Putin incapaz de sostener su ofensiva sin ayuda externa.
“El despliegue de tropas norcoreanas en Kursk es un signo de la creciente desesperación de Putin”, afirmó Rutte. “Más de 600.000 soldados rusos han muerto o resultado heridos, y él es incapaz de mantener su asalto en Ucrania sin apoyo extranjero”.
El Pentágono ha confirmado que aproximadamente 10.000 soldados norcoreanos han sido enviados a Rusia para recibir entrenamiento militar, con la intención de reforzar las fuerzas rusas cerca de Ucrania en las próximas semanas. Esta escalada en la participación de Pyongyang con Moscú ha sido calificada por Rutte como una “peligrosa expansión de la guerra de Rusia”.
Mientras tanto, Rusia se ha negado a publicar cifras actualizadas de bajas desde septiembre de 2022, cuando el exministro de Defensa Sergei Shoigu afirmó que 5.937 tropas habían muerto. Sin embargo, Kyiv y sus aliados occidentales han publicado regularmente cifras mucho más altas, con el Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido estimando que más de 610.000 tropas rusas han muerto o resultado heridas.
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