En una operación relámpago, el Ejército mexicano ha logrado capturar a Edwin Antonio Rubio López, alias “El Max” o “El Oso”, uno de los objetivos prioritarios en la lucha contra el narcotráfico. Este peligroso delincuente, vinculado al Cártel de Sinaloa, era clave en el contrabando de drogas hacia Estados Unidos.
La detención se produjo tras un intenso enfrentamiento en Culiacán, Sinaloa, donde las fuerzas armadas contaron con el apoyo aéreo de un helicóptero artillado. Aunque aún no se han dado detalles oficiales, se reporta que varios civiles armados fueron abatidos durante la operación.
“El Max” tenía una orden de aprehensión desde 2019 por su implicación en el tráfico de drogas desde Culiacán hasta San Felipe, con destino final en Los Ángeles, Estados Unidos. Además, la inteligencia militar lo identificaba como un actor clave en la organización de Alfonso Arzate García, alias “El Aquiles”, supuesto líder regional del Cártel de Sinaloa en Baja California.
Esta captura se enmarca en una estrategia de pacificación impulsada por la Secretaría de Seguridad Pública y la Sedena, que ha intensificado el despliegue de fuerzas para contrarrestar la violencia generada por la guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa, “Los Chapitos” y “La Mayiza”. Un conflicto que ha sembrado el temor entre los habitantes de la región.
Con la detención de líderes como “El Max” y Mario Alexander “El Piyi”, el Ejército mexicano continúa debilitando a los grupos criminales que operan en Sinaloa, en un esfuerzo por restaurar la paz en la zona.
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