¡Buenas noticias para los bolsillos de los estadounidenses! La inflación en Estados Unidos continúa su tendencia a la baja, alcanzando un nuevo mínimo en tres años y medio. Según los últimos datos publicados, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se situó en el 2,4% durante los 12 meses que terminaron en septiembre, desacelerándose desde una tasa anual del 2,5% en agosto.
Este ritmo de inflación se asemeja al observado en 2017 y 2018, lo que sugiere que la economía se está encaminando hacia una estabilidad más saludable. Aunque los precios de los alimentos y la vivienda siguen ejerciendo presión, el IPC básico, que excluye los costos volátiles de alimentos y energía, subió solo un 0,3% en septiembre, manteniendo la tasa anual en el 3,3%.
“Los factores que impulsaron los precios al alza durante la pandemia se han desvanecido en gran medida, mientras que la demanda se ha desacelerado a niveles más normales”, explica el periodista experto. “Esto es una señal alentadora de que la inflación está en el camino correcto”.
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