En un giro dramático de los acontecimientos, Irán ha lanzado una oleada de misiles balísticos contra objetivos clave en Israel, desencadenando una peligrosa escalada de tensiones en la región. Las facciones armadas proiraníes de Irak también han advertido que las bases y los intereses de Estados Unidos serán “objetivos” si Irán es atacado.
Según los Guardianes de la Revolución, el Ejército élite de Irán, el ataque fue una respuesta “demoledora” a cualquier posible represalia israelí. “Si el régimen sionista reacciona a las operaciones iraníes, enfrentará ataques demoledores”, declararon en un comunicado.
Por su parte, el grupo palestino Hamás celebró el ataque iraní, afirmando que fue en venganza por la muerte de su líder, Ismail Haniyeh, y del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá. “El movimiento de resistencia islámica bendice los heroicos lanzamientos de cohetes”, dijo Hamás en un comunicado.
La escalada de violencia se produce en un momento de gran inestabilidad en la región, con Israel y Hamás librando una guerra en la Franja de Gaza y el asesinato de varios líderes clave. Expertos advierten que esta situación podría desencadenar una mayor espiral de conflicto, con graves consecuencias para la seguridad regional.
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