Crónicas de un fracaso anunciado en la Sección 50

Sin Chayote. 01/07/22

Para los más ingenuos, lo sucedido en la sección 50 del SNTE (Nuevo León) fue retrato de un triunfo más de Cepeda y los caciques del SNTE en la sultana del norte, sin embargo, para ellos mismos no fue así y las alertas se encendieron a las 14:45 de la tarde del 29 de junio en República de Venezuela No. 44 de la Ciudad de México.

Nos dicen desde la oficina central, que Cepeda quedó muy molesto y preocupado por el escaso 37% que lograron reunir los cinco grupos de poder que se ostentan como los dueños del SNTE en la entidad, y es que no es para menos, repartido ese 37% entre los cinco grupos que se unieron para llevar a Juan José Gutiérrez a la dirigencia, cada uno aporta un peso de apenas 7.2% cada uno, lo cual envía una señal inequívoca y alarmante de lo que sucederá en cuatro años.

Ante los hechos, Cepeda como los cinco “líderes” magisteriales de Nuevo León que formaron la planilla “Unidad” se molestaron y pudieron ver lo inevitable: la desaparición es inminente.

Cepeda lo sabe, ahora ese 7.2% que representa cada “líder” en Nuevo León ya no podrá negociar en Ciudad México, no les alcanza para nada, tendrán que regresar a las aulas, pues antes de esta primer elección, no había forma de saber qué tan fuertes eran, solo lo que ellos pregonaban, y según nos dicen, ostentaban tener una representatividad de un 55%, pero ahora quedó demostrado que son más pequeños por separado que los pequeños de la oposición.

La historia está destinada a repetirse: allá por 2012 veíamos (casualmente) a los cinco grupos de poder que conformaban en aquellos años el Partido Revolucionario Institucional, acordar que fuera Enrique Peña Nieto el candidato. Se unieron. Fraccionados no podrían competir con un desgaste partidista abismal en las encuestas, lo único era permanecer juntos, dispersar el voto y rezar por que no cayera más el voto duro.

Osorio Chong le mandó a hablar a Jaime Rodríguez, era necesario meterlo en la boleta para disminuir a un cada vez más empoderado Andrés Manuel López Obrador, llamaron a las oficinas de Nueva Alianza también, pidieron un candidato “entrón y que le gire”, llevaron a Quadri.

La estrategia estaba lista, era cierto que la gran mayoría de los mexicanos no querían al PRI, salvo su séquito (peñabots les llamaban en aquellos años) de voto duro que apenas llegaba a un 35%, el mensaje en todas las casas encuestadoras era el mismo, el 65% del país estaba de acuerdo en algo, no querían priismo y ganó el PRI.

Los mexicanos no lograron ponerse de acuerdo sobre un “voto útil”, que, en mi experiencia como politólogo, jamás he visto la ‘utilidad’ de un voto útil, salvo en aquellos países latinoamericanos donde existe la famosa “segunda vuelta”, más nada.

El 65% de los mexicanos que no querían al PRI tuvo que aguantar al PRI por los siguientes seis años, por no ponerse de acuerdo, pero lo que parecía una derrota para ese 65% de mexicanos, en realidad se convirtió en un avasallador triunfo seis años después con más del 50% de votación efectiva para la oposición, dejando al PRI en cuarto lugar con apenas un pírrico 16%.

A mi todavía me queda duda si Juan José ocupó de “tranzas” para ganar, todo indica que sí, pero para determinarlo hay una autoridad, lo que no hay que dejar de ver es que también fue un error estratégico de la oposición que no supo acordar y construir, y eso es lo que les duele a los opositores de hoy, que por cierto, ahora andan juntos, y eso, pondrá a temblar a más de uno.

Lo que vimos en 2012 pasará allá en Nuevo León, quizá más pronto que tarde, y si es que no tumban la elección, porque créame que la oposición ya entendió, unidos son más fuertes, y cómo no, si entre todos representan a un 60-65% del gremio en Nuevo León.

Ahora lo que hay que ver, si es que no procede la anulación de la elección, es que ese 60-65% de opositores no se les vayan por la libre y formen otro sindicato, que dejaría a la Sección 50 con una ridícula representación de 37% de agremiados, por lo que el gobierno ahora tendría que pactar con “la oposición” y no con Juan José y su 37%.

Mientras sean peras o seas manzanas, anótele de una vez, sea pronto o en cuatro años, pero los cinco grupos que se han sentido dueños del SNTE en Nuevo León van a desaparecer, igual que el PRI, serán borrados, exiliados y los menos afortunados, serán cedidos como moneda de cambio a “la oposición” para que otros no lleguen a la cárcel.

Y así, tal como lo decían las encuestas, se veía venir el fracaso de la planilla oficial, solo faltaba el anuncio.

Y claro, podrá algún iluso pensar que las otras planillas también perdieron, pero eso solo significa que el iluso no ha entendido nada.

Y esto querido lector, no está por verse, se está viendo ya, tan es así que del Nacional andan buscando a los opositores para “dialogar” y “ofrecer” algunos cargos con tal de desistir en su lucha, como lo hicieron con Yuri Rodríguez, quien de más adelante le platicaré que le ofrecieron para no manifestarse en contra.


Si le preguntan, dígales que la profecía la leyó primero aquí, en Sin Chayote.