Existe un grupo en Facebook sobre colegios privados en Monterrey y su área metropolitana, ahí, las madres de familia constantemente están buscando información sobre qué colegios son mejores y casi siempre, piden recomendaciones de escuelas ‘constructivistas’.
No es que la escuela tradicional o la constructivista sea buena o mala, ambas tienen aspectos buenos y malos, pero ambas datan de hace más de 120 años.
Por más robótica, tabletas y albercas que tenga el colegio de tu hijo, el modelo que utilizan tiene más de un siglo de antigüedad, es decir, no ha cambiado nada desde 1906 aproximadamente, solo que ahora tenemos “más cosas” como internet y los más ricos, robots y piscinas en sus colegios, como si eso potenciara el desarrollo per se.
Los consejos escolares piensan en términos de mercado racional, es decir, constantemente están determinando que “más” podrían agregar como “ventaja competitiva” para atraer más matricula y no morir (quebrar) en el intento, y de esas reuniones regularmente salen ideas entusiastas y ocurrencias horribles, pero nunca basadas en datos.
Desde la primera mitad del siglo XXI casi todas las industrias del mundo migraron sus metodologías a basadas en datos, el entretenimiento, la ciencia, la agricultura, la ganadería, todo está ahora basado en datos, menos el sector educativo, somos el único sector que permanece atorado en 1906 con el método Montesori que hoy tanto buscan y alaban las nuevas mamás, como si se tratase una nueva panacea, sin sospechar que son métodos de hace más de un siglo.
¿Qué necesita una escuela? La respuesta es sencilla, satisfacer la demanda de los padres de familia, la pregunta no tan sencilla es ¿qué están buscando los padres de familia?
En términos prácticos los papás ya no están buscando que les llenen de conocimiento la cabeza a los niños, pues éste se encuentra a un click de distancia y sin necesidad de un maestro, los padres están buscando seguridad escolar, idioma extranjero y salud emocional (valores, autoestima, creatividad) en ambientes sanos. ¿No me cree? Pregunte a cualquier mamá.
Las neurociencias han sido bastante claras, sin salud emocional no hay nada. Hoy sabemos que el mayor predictor de éxito en la vida (estudiantil como laboral) y de felicidad subjetiva, es la salud emocional en la infancia, el asunto es que todo mundo habla de ello, pero nadie sabe qué es, con qué se come, cómo se mide y como se practica.
¿Qué pasaría si los colegios tuvieran un sistema casi mágico que desde el día uno les permitiera conocer a ciencia cierta a toda su población escolar, tener graficadas sus potencialidades, sus riesgos, sus oportunidades, su nivel de salud emocional, sus potenciales de rendimiento, etcétera?
¿Te imaginas todo lo que podrían transformar? Las escuelas basadas en datos están acaparando la mayor parte de la oferta educativa en Europa y Estados Unidos, los papás necesitan datos, saber donde están, cómo llegan sus hijos y cómo salen, solo así pueden hacer un balance de costo-beneficio. Además, con los datos, la escuela puede y además debería estar obligada a desarrollar las mejores rutas para incrementar los niveles de salud emocional, potencial académico y felicidad de los niños, pero no solo eso, anticiparse y predecir qué niños podrían ser más propensos a experimentar con la violencia o el bullying, y así poder intervenir de manera temprana y oportuna.
En México y América Latina solo existe una empresa que ha patentado un software capaz de evaluar y predecir todo lo anterior, se trata de Psicométrkia KIDS, una empresa regiomontana fundada por el profesor Sergio Puga, investigador y neuropsicólogo infantil junto a su hermano, un reconocido científico de datos que trabajó para el gobierno de Texas.
Con su emprendimiento, ambos están claros, transformar escuelas ordinarias en escuelas inteligentes, basadas en datos, y con esto, garantizan desbloquear el potencial de cada colegio que se sume a esta nueva revolución educativa, que según sus palabras, es la primera desde hace 100 años, pues según afirman, el software les permitirá tener una foto completa de lo que está pasando, las necesidades, las oportunidades y permitirá trazar estrategias enfocadas a minimizar riesgos y aumentar potenciales de éxito.
¿Están los colegios mexicanos listos para migrar a la economía basada en datos?
