Guadalupe, N.L., madrugada del domingo – Lo que comenzó como una noche de celebración tras una boda de sociedad terminó en una operación de emergencia cuando un grupo de jóvenes reportó el supuesto secuestro de uno de sus familiares. El incidente ocurrió en el bar “YES”, sobre la avenida Ruiz Cortines, entre las 5 y 6 de la mañana, y provocó la activación de las autoridades antisecuestro del estado. Sin embargo, horas después se descubrió que el joven no estaba en peligro, sino que había pasado la noche con su novia en Santa Catarina.
Los hechos se desarrollaron tras una boda en Monterrey, cuando un grupo de familiares y amigos decidió continuar la celebración en el bar “YES”. A medida que la noche avanzaba y el consumo de alcohol aumentaba, uno de los jóvenes asistentes, comenzó a mostrar signos de ebriedad. En algún momento entre las 5 y 6 de la mañana, desapareció del lugar sin que sus familiares y amigos pudieran localizarlo.
Preocupados por la falta de respuesta y temiendo lo peor, los familiares entraron en pánico y alertaron a sus padres, quienes de inmediato dieron aviso a las autoridades. La madre angustiada, contactó a la Unidad Antisecuestro del Estado de NL, mientras que su padre, propietario de una empresa de blindajes, decidió utilizar sus contactos en los medios para amplificar el caso. A las pocas horas, el periodista independiente conocido como “Badillo”, famoso por su trabajo en redes sociales, publicó la noticia del supuesto secuestro, lo que provocó un frenesí mediático.
El hashtag #SecuestroEnYES se volvió tendencia rápidamente, con cientos de usuarios expresando su preocupación y compartiendo la noticia en redes sociales. Mientras tanto, las autoridades se movilizaron de inmediato, desplegando un operativo para localizar al joven. El personal del bar “YES” cooperó en todo momento, proporcionando grabaciones de seguridad y colaborando con los agentes.
Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando los investigadores, tras revisar las cámaras de seguridad, confirmaron que esta persona había salido del bar por su propio pie presuntamente acompañado de una joven. A partir de ese momento, la investigación cambió de rumbo. La familia, aún sin saber sobre su paradero, temía por su seguridad, pero la evidencia sugería que no se trataba de un secuestro.
Fue hasta la tarde del domingo que el ‘presunto secuestrado’ se comunicó con su familia. Lejos de estar secuestrado, el joven manifestó que había pasado la noche en la casa de su novia en Santa Catarina, evitando el contacto con sus padres.
El escándalo no tardó en ser aclarado por las autoridades. Los agentes antisecuestro emitieron un comunicado confirmando que no existía tal secuestro y que todo había sido un malentendido debido a la desinformación entre los familiares del joven. El periodista Badillo también publicó una actualización en sus redes, aclarando la situación, pero defendiendo su deber de informar basándose en los reportes iniciales de la familia.
Este incidente no solo movilizó recursos valiosos del estado, sino que también destacó cómo una situación malinterpretada puede escalar a niveles inesperados en la era de las redes sociales. El bar “YES”, que se vio envuelto en el caos, reafirmó su compromiso con la seguridad de sus clientes y su disposición a colaborar en cualquier tipo de incidente.
Finalmente, la historia de un supuesto secuestro se convirtió en una advertencia sobre los peligros de las malas decisiones y la desinformación en un mundo hiperconectado. Mientras tanto, el joven y su familia enfrentarán las consecuencias de una noche de diversión que casi termina en tragedia pública.