Conmoción y dolor sacuden a Corea del Sur tras el devastador accidente de un avión de la aerolínea Jeju Air que se estrelló el domingo pasado en el Aeropuerto Internacional de Muan, dejando un saldo de 179 víctimas fatales.
El vuelo 7C2216, que regresaba de Bangkok, Tailandia, sufrió un impacto con un ave durante el aterrizaje, lo que provocó que el piloto abortara el descenso inicial y solicitara permiso para aterrizar en dirección opuesta. Sin embargo, el avión Boeing 737-800 se salió de la pista, chocó contra una barrera y estalló en llamas, convirtiéndose en la tragedia aérea más mortal en la historia de Corea del Sur.
Según testigos, se escuchó un “fuerte estallido” seguido de una “serie de explosiones”, mientras que los videos muestran al aparato envuelto en llamas y una columna de humo elevándose al cielo. Lamentablemente, solo dos miembros de la tripulación lograron sobrevivir al siniestro.
Las autoridades han desplegado un amplio operativo de rescate y recuperación, con más de 1.500 efectivos trabajando en la zona. Asimismo, se ha declarado un luto nacional de siete días y es probable que las celebraciones del Año Nuevo sean canceladas o atenuadas.
Mientras tanto, las cajas negras del avión han sido recuperadas y se encuentran en proceso de decodificación, con el objetivo de determinar con precisión las causas del accidente. Expertos en aviación advierten que, si bien los choques con aves son comunes, rara vez son el único factor que provoca la pérdida de una aeronave.
Esta tragedia ha conmocionado a la nación y ha puesto en evidencia la necesidad de reforzar aún más los estándares de seguridad en la aviación. N24, la agencia de noticias líder, se compromete a seguir informando con la máxima precisión y sensibilidad sobre este lamentable suceso y sus implicaciones.
