Francisco Oropesa Francisco Oropesa fue capturado la tarde de este martes en Texas, gracias a una denuncia anónima.
Washington.- El principal sospechoso del tiroteo en Texas, Estados Unidos, que la pasada semana asesinó a cinco personas de origen hondureño, Francisco Oropesa, de origen mexicano, fue arrestado este martes en la localidad texana de Cut and Shoot, a pocos kilómetros del lugar donde tuvo lugar la masacre, confirmaron hoy las autoridades.
En una rueda de prensa, el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, confirmó que Oropesa se encuentra bajo custodia policial, y que fue descubierto escondido en un armario después de que un ciudadano diera una pista de su ubicación al FBI.
Capers confirmó que la persona que dio el aviso tendrá derecho a recibir la recompensa de 80 mil dólares que se ofreció desde el inicio de la búsqueda.
Al momento, Oropesa se enfrenta a cinco cargos por asesinato y está retenido bajo una fianza de cinco millones de dólares.
”Está entre rejas, y vivirá su vida entre rejas por matar a esas cinco personas”, dijo Capers, dando un mensaje de tranquilidad a los familiares de las víctimas. Oropesa es un ciudadano de nacionalidad mexicana de 38 años de edad.
Así fue el tiroteo en Texas que dejó 5 muertos
El viernes pasado por la noche, Francisco Oropesa estaba disparando con su fusil semiautomático en el jardín de su casa en la comunidad de Cleveland, Texas, cuando uno de sus vecinos se le acercó y le pidió que dejara de hacer ruido porque era muy tarde y la familia, incluidos niños, no podía conciliar el sueño.
El hombre respondió irrumpiendo en la vivienda de sus vecinos para dispararles a quemarropa, como si se tratara de una “ejecución”, de acuerdo con el informe policial. Dentro de la vivienda había 10 personas: cinco perdieron la vida. Los nombres de los fallecidos son Daniel Enrique Lazo, de 9 años; Sonia Argentina Guzmán, de 25; Diana Velásquez Alvarado, de 21; Obdulia Molina Rivera, de 31, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.
Diana Velásquez tenía residencia permanente en Estados Unidos, mientras que el resto se encontraban en el país de forma irregular. Según las autoridades estadounidenses, Oropesa había sido deportado a México al menos cuatro veces desde 2009. En la persecución, que se extendió durante cuatro días, participaron más de 200 agentes de diferentes agencias de seguridad.
