En un movimiento audaz para fortalecer la lucha contra la delincuencia, el Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma constitucional que empodera a la Secretaría de Seguridad Pública, liderada por el experimentado Omar García Harfuch.
La reforma, enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, otorga a la Secretaría nuevas facultades para investigar delitos y coordinar el Sistema Nacional de Inteligencia en materia de seguridad pública. Esto permitirá a las autoridades desmantelar de manera más efectiva a las organizaciones del crimen organizado, que han azotado al país.
“Pacificar México requiere una investigación rigurosa bajo la coordinación de un mando civil”, argumentó el senador Ricardo Anaya, quien respaldó la iniciativa. El excanidato presidencial destacó que solo “descabezar” a las bandas delictivas no es suficiente, y en muchos casos agrava el problema.
La reforma también faculta a la Secretaría para coordinar acciones de colaboración con los tres niveles de gobierno, lo que fortalecerá la cooperación interinstitucional en la lucha contra la inseguridad.
Si bien algunos han cuestionado la estrategia de “Abrazos, no balazos” del gobierno, esta reforma representa un paso crucial para empoderar a las autoridades y dotarlas de las herramientas necesarias para combatir de manera efectiva al crimen organizado.
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