En una decisión que ha generado intensos debates, el Senado de la República ha aprobado la reforma a la Guardia Nacional, que pasará de tener un mando civil a uno militar. Con 86 votos a favor, 42 en contra y 0 abstenciones, los legisladores han dado luz verde a esta iniciativa, que ahora deberá ser analizada por los congresos estatales.
La reforma modifica el artículo 21 de la Constitución, otorgando a la Guardia Nacional facultades de Ministerio Público para investigar delitos “en el ámbito de su competencia”. Además, el artículo 123 establece que los militares, marinos, integrantes de la Guardia Nacional y personal policial se regirán por sus propias leyes.
Los defensores de la reforma argumentan que esto fortalecerá la seguridad pública, mientras que los críticos temen una mayor militarización del país. “La militarización de la Guardia Nacional no es una solución, es un disfraz para esconder que no dieron los resultados prometidos”, advirtió el senador del PRI, Manuel Añorve Baños.
La oposición ha cuestionado la transferencia de facultades de investigación a la Guardia Nacional, alegando que esto podría vulnerar los derechos humanos. “Los cuerpos policiales deben estar a cargo de la investigación”, reclamó la senadora del PAN, Claudia Anaya Mota.
Sin embargo, el senador de Morena, Javier Corral, defendió la estrategia de seguridad del presidente López Obrador, alabando el desempeño de la Guardia Nacional. “La función de las Fuerzas Armadas tuvo una función muy específica: servir al pueblo de México”, afirmó.
A medida que el debate continúa, los mexicanos observan con atención cómo se desarrolla esta polémica reforma, que podría tener un impacto significativo en la seguridad del país. ¿Será la Guardia Nacional bajo mando militar la solución a la crisis de inseguridad? ¡Mantente informado con N24, tu fuente confiable de noticias!