Santiago Creel, Enrique de la Madrid, Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes pasan a la siguiente etapa del Frente Amplio por México

0

Pero los espectadores mayores también se han sentido atraídos por la serie con sus temas universales y la nostalgia por los días escolares teñidos de rosa (incluso si no siempre fueron tan teñidos de rosa).

El horror asociado con no ser hétero

“Decir que Heartstopper me hizo darme cuenta de que era bisexual es una simplificación excesiva. Probablemente había una parte de mí que siempre lo supo, pero no sabía cómo etiquetarlo, porque cuando yo crecí nadie hablaba de bisexualidad”, explica.

Para ella, haber crecido durante la crisis del sida y con el Artículo 28, una enmienda en Reino Unido según la cual las autoridades no debían “promocionar intencionalmente la homosexualidad”, fue muy perjudicial. Y recuerda haber escuchado más de una vez a los adultos referirse al sida en voz baja como “la plaga gay”.

“Había mucho trauma y horror asociado con no ser hétero”, recuerda.

Como si las piezas encajaran

Al final encontró una solución, al menos en ese momento: “Como también me gustaban los chicos, simplemente me fui por ese lado. (La bisexualidad) siempre estuvo flotando en mi cabeza, pero tenía esas ideas negativas de lo que significa ser bisexual “.

Además siente que ha habido una falta de historias sobre personas bisexuales en las pantallas y que esto no ha ayudado.

Historia real… con esperanza

Heartstopper no endulza los problemas que aún existen hoy en día para salir del armario.

Pero señala que Heartstopper también es una “simple historia de amor… que no está empapada de trauma”, algo que considera significativo.

“Hubo una gran fase en la que cada historia gay involucraba el VIH. No podías tener historias de amor simples como las personas heterosexuales”.

“Inconscientemente comencé a usar la etiqueta (bisexualidad) para ver cómo me sentía. Es como desbloquear una parte de tu identidad que siempre ha estado oculta. Todo hizo clic y lloré sin parar cuando Nick sale del armario con su madre”, apunta.

Fiona asistió recientemente a su primer evento del Orgullo, pero aunque su esposo ha sido un aliado, aún no está lista para hablar con su familia en general.

“Mi familia es muy heteronormativa. Yo no encajo del todo porque en ella todos entran en lo que los roles de género (tradicionales) hacen: las mujeres esto, los hombres aquello. Y siempre he estado en contra de eso”.

“Nadie debería verse obligado a salir cuando no está listo, debería poder hacerlo a su propio ritmo. Lo arrinconaron hasta un lugar donde sintió que tenía que decirlo. Fue completamente inaceptable”, valora Fiona.

Y remarcó que en la serie se trata de “enseñar a la gente que pase lo que pase, está bien. Está bien no saber, está bien explorar y está bien resolver las cosas. Llegarás allí. Y va a ser la mejor cosa que hagas”.

El estigma del bisexual

La pareja es “súper, súper optimista y está esperanzada con su relación”, comenta Connor, pero apunta que “tal vez no les sea tan fácil como pensaban el haber salido del armario”.

La doctora Julia Shaw, psicóloga y autora del libro Bi: The Hidden Culture, History and Science of Bisexuality, dice que las personas bisexuales se enfrentan a una “doble discriminación, expresada por personas homosexuales y heterosexuales”.